Tras la caída en Tucumán, el plantel de Patronato regresó a las tareas con vistas a lo que será su próxima presentación en la Superliga. El domingo, a las 17.45, el Rojinegro recibirá a Racing por la duodécima fecha y lo hará con la premisa de conseguir una victoria para empezar a engordar el flaco promedio.

Luego de las tareas, Gabriel Díaz analizó lo que fue la caída frente a los tucumanos y expresó en declaraciones a La Cábala: “No tuvimos muchos inconvenientes con sus delanteros, sabíamos que en su cancha usan a los volantes de extremos y a los puntas bien arriba, pero no dejamos que estén cara a cara con Matías (Ibáñez). El tiro libre abrió el partido y se empezó a jugar de otra manera”.

Pese a la caída, la sensación no fue la misma que en el cotejo anterior (derrota ante Newell’s): “Nos pesó más la derrota de local con Newell’s que la de Tucumán, por la forma, por la localía. La última duele porque se van sumando y eso genera una necesidad. Tenemos menos cosas para reprocharnos que la semana pasada, creo que este es el camino”.

Y siguió: “El grupo está con ganas, noto a todos igual de metidos, con bronca por no haber podido traer puntos pero sabemos que el partido que viene es una final. Lo veo fuerte a Mario (Sciacqua) y nosotros estamos a muerte con él”.

El próximo rival de Patronato será Racing, que marcha sexto en la tabla de posiciones. Al respecto Díaz expresó “Me gusta cómo juega pero ha demostrado que tiene falencias. No hay rivales imposibles. Siempre depende de uno, si estamos bien y volvemos a ser el Patronato que somos de local, podemos lastimarlo”.