de ANÁLISIS

Patronato perdió por 2 a 1 en su visita a Güemes, en Santiago del Estero, en un encuentro que se enmarcó en la jornada 26 de la Zona A de la Primera Nacional. El Rojinegro lo ganaba con gol de Franco Coronel, en la primera parte, pero el Gaucho lo dio vuelta merced a las conquistas de Gonzalo Papa y Franco Torres. Con esta nueva caída, el Santo sumó su tercera derrota en fila y se mantiene en el fondo de las posiciones.

Otra vez Patronato, sus necesidades y sus limitaciones saltaron a la cancha en la Primera Nacional. Fue ante un rival directo en la lucha por la Permanencia en la divisional y nuevamente volvió a mostrar sus problemas cada vez que juega lejos de Paraná. Es que hizo un buen primer tiempo, pero en el complemento se desdibujó por completo y nuevamente se volvió con las manos vacías.

La primera parte

El partido no ofreció mucho, fue una clara muestra de la ubicación que ambos equipos ocupan en la tabla de posiciones. Encima se hizo complicado para jugar porque el campo de juego se presentó en muy malas condiciones, lo cual perjudicó a Patrón que desde que llegó Diego Pozo intenta jugar por abajo. Entonces la pelota voló más de lo que rodó por el piso.

Es así que el Santo dejó atrás la idea jugar por abajo para jugar largo y tratar de aprovechar la velocidad de Dening y Coronel. Fue así que a los 22 minutos la visita golpeó, Bonansea le cedió la pelota a Coronel para que venciera al golero local, Pezzini, para anotar el primer tanto del partido. En la primera clara que tuvo, el Santo golpeó.

Claro que el gol obligó al anfitrión a ir por el empate y, si bien llevó algo de peligro, sobre todo por las bandas, no logró igualar la historia. Abusó de los centros y chocó con Salvá, que una vez tuvo como cómplice al palo. Es así que el Rojinegro se fue al vestuario arriba por la mínima.

El complemento

A la vuelta del descanso, el dueño de casa salió con todo en busca del empate. Fue así que se adueñó de la pelota y comenzó a llevar peligro, de igual manera la más clara fue de Patrón cuando Turraca no tomó de la mejor manera una volea.

A los 13 minutos, en un centro llovido al área del Santo, el local empató la historia con una palomita de Gonzalo Papa. Las cosas quedaron como al comienzo. Unos minutos más tarde, tras un centro, Agustín Ramos tomó de la camiseta a un rival y provocó un penal infantil. Torres tomó la responsabilidad, se lo tapó Salva, pero el mismo futbolista marcó en el rebote para dar vuelta la historia.

Después del segundo tanto de Güemes, el equipo de Diego Pozo fue hacia delante con más amor propio que con fútbol, llevó algo de peligro al arco del equipo anfitrión, pero no alcanzó para el empate y nuevamente, por tercer partido seguido, se quedó con las manos vacías.