Silvio Méndez
Convocada por el proyecto de extensión académica “Por una nueva economía”, de la Universidad Nacional de Entre Ríos, disertó en Paraná Stella Calloni. La periodista especializada en temas internacionales brindó una charla acerca de su nuevo libro, Recolonización o Independencia. América Latina Siglo XXI, escrito junto a Víctor Ego Ducrot. En este trabajo saca a la luz, con abundante documentación, los planes políticos y militares de los Estados Unidos para América Latina. En diálogo con ANALISIS, Calloni habló del nuevo esquema colonial, definió conceptualmente la “guerra de baja intensidad” que se despliega en nuestros territorios y, en lo local, el paso del Estado gerencial y mafioso de los ‘90 al Estado policial y gendarme del nuevo siglo. Asimismo, describió el brete en que cayó Tabaré Vásquez frente al conflicto de las papeleras, las diferencias de Hugo Chávez sobre el resto de los mandatarios sudamericanos y la crítica al papel del subcomandante Marcos en escenario político mexicano.
Se nota que Stella Calloni es una periodista de la vieja guardia, como pocos ya quedan de su generación. Se podrá estar de acuerdo o no sobre su punto de vista, pero es difícil desconocer que en sus palabras hay un sincero intento por aunar un compromiso político en una forma de ver y actuar en el mundo, junto a un trabajo de investigación y escritura. Y eso se advierte, tanto cuando trata de precisar exhaustivamente información como en la pasión por transmitirla. Algo que, en tiempos donde abundan mercenarios, pobres desempeños y degradadas condiciones de trabajo, se extraña a mares. Invitada por el proyecto de extensión “Por una nueva economía”, de la Universidad Nacional de Entre Ríos, Calloni presentó el fin de semana pasado su último libro escrito con Víctor Ego Ducrot, Recolonización o Independencia. América Latina Siglo XXI. En la exposición, la autora oriunda de Entre Ríos definió el mismo acto de la convocatoria como un camino más abierto a la resistencia permanente que, en cada lugar de Latinoamérica, se debe dar contra el proyecto de recolonización de Estados Unidos. En su alocución denunció un plan geoestratégico donde la potencia del norte lidera una “dictadura económica”, aplicando un terrorismo de Estado a nivel global que, entre otras víctimas, cuenta con detenidos desaparecidos de la guerra de Irak confinados en la base militar estadounidense de Guantánamo. Si bien el imperio avanza, Calloni no dejó de mostrarse optimista por las muestras de oposición que, aseguró, requieren mucha fuerza y pasión.
Estados alterados
-¿Cómo se caracteriza el nuevo proceso de colonización?
-Es un proceso muy encubierto. Fue presentado como la globalización, un mundo equitativo y más igualitario, en el que no iba a haber más pobreza. Pero ellos sabían perfectamente que el modelo, tal cual se implementaría, iba a significar desempleo, pobreza y una enorme masa de excluidos. Un proyecto gerencial, donde lo que había que sacrificarse se sacrificaba. Tenían clarísimo que la globalización iba a producir lo que produjo: una de las mayores inequidades sociales de la historia. Pero entra encubierto culturalmente, porque lo que ofrecían, como presentación del modelo, era la salvación de los países del tercer mundo que venían de una década perdida, la del ‘80. Termina la década del ‘90, con esta implosión social de gran envergadura, donde países como Argentina dentro de América Latina es el que más ha retrocedido. Ellos tuvieron mucho cuidado en tener medios suficientes, publicidad y paralización cultural para que el modelo entrara sin anestesia. No dieron tiempo a pensar. Fue una dinámica muy rápida.
-Usted caracterizó como terrorismo de Estado el accionar de EE UU. ¿Cómo juegan en este esquema los Estados nacionales latinoamericanos?
-Tuvieron que destruir los Estados nacionales, quedaron muy pequeños, inferiores, destruidos, sin capacidad. Los Estados nacionales estaban concebidos en las democracias del mercado como ayuda para implantar el proyecto, lo que suponía una destrucción de los mismos elementos del Estado. Tenía que deshacer todo lo avanzado en material social, laboral. Por ejemplo, de la lucha por ocho horas, continuidad y especialización en el trabajo, todo eso cae en mucho menos de una década. Se necesitaron cuatro sesiones del Congreso y una enorme corrupción en todos los países para doblar voluntades y destruir lo construido con mucho esfuerzo, lucha y muertos. Ahora ves en este siglo -que iba a ser más equitativo- gente que trabaja 14 y 16 horas, ejércitos de desocupados que se transforman en un disciplinador social. Para entrar el modelo neoliberal necesitan Estados gendarmes, socios. En lo militar quieren unificar sectores de los ejércitos de toda América Latina en una fuerza multilateral comandada por EE UU. El proyecto central es planteado en el Plan Colombia, como lo que utilizan en Irak, donde metieron a varios países, en mayor o menor grado, no importa. Puede haber un país con 300 soldados, pero parece que ese país estuviera apoyando. Para este proyecto de expansión mundial, de fronteras seguras, necesitan Estados gendarmes, como apéndices y policías del sistemas; como en otro momento funcionaron como gerentes y policías del mercado. Ellos querían presidentes gerentes que aseguraran que sus empresas entraran. Pero para que entraran en las condiciones que entraron necesitaron corromper una gran cantidad de la sociedad, con lo cual formaron fuerzas mafiosas en todos los países de América Latina. Hubo Estados mafiosos, con recursos de poder mafioso, y esto es lo que nos sucedió. Cuando en los ‘90 se trazó el esquema de la guerra de baja intensidad para este tiempo -como anteriormente había sido de contrainsurgencia clásica-, para este período se tenía que absorber temas militares, políticos, económicos, sociales. En los ‘90, cuando se discutía qué iban a hacer con nosotros -están las reuniones transcriptas-, se hablaba de que iba a haber desempleo, que el problema de la deuda (externa) iba a estallar irremediablemente, por tener que invertir el 90 por ciento del presupuesto para pagar, y eso iba a producir estallidos, repulsa social, levantamientos. Cuál es el papel, se plantearon estar en el lugar para reprimir los conflictos, controlarlos, y se empieza el entramado que tiene elementos como la Fundación para la Democracia, que tuvo un papel grande para desestabilizar gobiernos como en Venezuela.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
