Sandra Miguez
La situación en el área de Salud de la provincia es compleja. Las irregularidades detectadas en los hospitales San Martín y San Roque, más la denuncia de los profesionales que se desempeñan en dichos nosocomios, ponen en evidencia la falta de dirección política y de gestión en un área que ha sido el talón de Aquiles del actual gobierno. A esto se suman conflictos gremiales en algunos centros de referencia, que han generado la retención de servicios en hospitales como el Felipe Heras y el Masvernat de Concordia, como así también la instrucción de sumarios administrativos en distintos servicios. En las últimas horas una nueva medida suscitó el conflicto: el cierre de la sala de internación en el Servicio de Neurología del Hospital de Niños, lo que fue duramente criticado por los médicos que cumplen funciones en ese nosocomio. Por su parte, ATE inició una jornada de retención de servicios, al tiempo que desde la Defensoría del Pueblo de Paraná se daba a conocer la intervención en más de un centenar de casos por falta de cobertura en el Programa Federal de Salud.
Mientras se definía el pedido de interpelación al ministro de Salud y Acción Social, Gustavo Bordet, a raíz del caso de la joven madre que resultó infectada con el virus del VIH -luego de que se le realizara una transfusión sanguínea en el Hospital Materno Infantil San Roque- otros temas saltaban a la luz en una de las áreas más problemáticas de la actual gestión de gobierno.
En la reunión mantenida ayer -previa a la sesión en la Cámara de Diputados-, los integrantes de la Comisión de Labor Parlamentaria resolvieron dar curso al pedido de interpelación presentado por las diputadas Alba López (UCR-Feliciano) y Lucy Grimalt (La Red-Paraná), junto con Horacio Giorgio (UCR-Concordia) para citar al recinto al ministro Bordet, para que dé explicaciones en torno al caso de infección con VIH a una mujer a punto de dar a luz en el Hospital de Niños.
En la sesión -donde se aguardaba que Bordet pudiera presentarse en forma espontánea- se decidió finalmente llamar a los integrantes de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados para que elaboren las preguntas a efectuarle al ministro cuando se presente en la sesión del próximo 23 de mayo, a partir de las 11.30. Es por eso que el próximo martes 15, la Comisión de Salud deberá resolver que preguntas formular al ministro, que ya accedió públicamente a la requisitoria periodística, y confirmó que estará en la Cámara Baja para dar las explicaciones del caso.
De esta manera, desde la cartera sanitaria se deberá acudir al llamado de los legisladores para dar explicaciones sobre uno de los escándalos públicos más resonantes de los últimos tiempos.
La decisión de Bordet se resolvió la semana pasada ni bien se conoció el pedido de interpelación presentado en Diputados, por lo cual se han realizado una serie de reuniones con distintos funcionarios, entre ellos el titular del Programa Provincial de Sida, Eduardo Elías, y el asesor legal de la Secretaría de Salud, Germán Coronel.
Así, Bordet aseguró en distintos medios que “la espera de la interpelación es un hecho más en este acontecimiento que se viene desarrollando”, y reiteró que “no protegeremos a ninguna corporación médica, gremial o política pues queremos encontrar dónde estuvieron los errores”.
El ministro debió asumir la responsabilidad de dar respuestas públicas, algo que debía ser asumido por el secretario de Salud, José María Legascue, y el personal técnico especializado de los hospitales. No obstante, Bordet aseguró que “nadie tiene el sillón comprado e iremos determinando las responsabilidades políticas”.
De acuerdo a la Constitución Provincial, solo se puede requerir la presencia de los ministros en el ámbito del recinto, de allí que en el pedido de interpelación presentado por los legisladores de la oposición se solicita que Bordet concurra acompañado por el secretario de Salud, quien ha sorteado hasta el momento sin dificultad las posibilidades de brindar explicaciones sobre este tema.
En este marco, Legascue logró ausentarse en la audiencia convocada por el propio gobernador Jorge Busti días pasados. El funcionario había optado por viajar a la reunión del Consejo Federal de Salud (Cofesa) en San Rafael, Mendoza, lo que le permitió eludir la reunión con el mandatario y el escándalo que se suscitaba en los servicios de los hospitales, cuando el jefe de Hematología del San Martín denunciaba que “al secretario de Salud lo único que le preocupa es salvar su cabeza”.
Es que según advierten hasta sus colaboradores más cercanos, “nada parece inmutarlo, y está seguro que se trata de problemas internos en los servicios”.
Esto es consecuente con la idea del “error administrativo”, que tanto se ha esgrimido y que apunta directamente contra la responsabilidad de algunas personas que se desempeñaban en los nosocomios.
Quienes conocen la dinámica hospitalaria, y reconocen la labor técnica que deben realizar los profesionales en áreas específicas como es la tarea de laboratorio, advierten que “hay una supina ignorancia de los mecanismos y protocolos que se deben cumplir”, con lo cual entienden que por más buena voluntad que manifieste el ministro Gustavo Bordet en la interpelación, no se logrará profundizar sobre los aspectos que podrían dar cuenta de los errores cometidos, y mucho menos sobre las responsabilidades.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)