El celular volador
El hombre barbado, siempre con traje al tono, pañuelo al cuello y cigarrillos de larga figura, subió presuroso al moderno helicóptero para acompañar al gobernador a una gira por los departamentos Uruguay y Gualeguaychú. Jorge Busti y su vice, Guillermo Guastavino, lo saludaron afectuosamente como siempre y le asignaron su butaca. El hombre, mientras los otros hablaban, hizo lo de siempre: acomodó sus brazos y se durmió una siesta en el trayecto. Despertó cuando escuchó que los gobernantes anunciaban que estaban llegando al pequeño poblado y se mostraban sorprendidos por la cantidad de chicos con banderas que había en esa tarde de jueves, pese al ya iniciado receso escolar. “Es una fiesta cuando llega el gobernador; más cuando se inauguran viviendas”, alcanzó a acotar, mientras estiraba sus brazos y prendía el cigarrillo número 53 de la jornada.
-¿Te puedo pedir un favor? -le preguntó el mandatario.
-Por supuesto, para eso estamos -contestó rápidamente.
-Teneme el celular y estas carpetas, que contienen toda la información sobre las otras casas que hay que entregar luego.
El hombre barbado, con todo el sol en la piel -porque siempre amó eso de ponerse cada siesta bajo el rayo lumínico- puso el celular en uno de sus bolsillos y la carpeta bajo uno de sus brazos.
La fiesta fue completa y Busti y Guastavino no podían contener la euforia. Busti midió los tiempos y se dio cuenta de que no podía hacer todo el periplo oficial. Allí fue cuando acordó con el vice de que él terminara las actividades en su departamento Gualeguaychú, mientras Busti finalizaba lo aún programado en Viale, también esa tarde. En el círculo íntimo del gobernador es sabido su apego al celular; desde siempre.
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Que lindo que la gente se quiera
El “cariño” que se profesan triunfó y, al final, eso es lo que importa. El pasado viernes el Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda (IAPV) envió una traffic con personal. La orden había sido clara: “Que viajara todo el personal técnico y profesional que fuera necesario e imprescindible para poder dar un informe solvente sobre las acciones del IAPV en la I Exposición Federal de la Vivienda Social, que se llevaba a cabo en Parque Norte y donde estaba previsto que ese día fuera clausurada con la participación de Cristina Fernández de Kirchner. El enojo fue generalizado cuando dos respetados profesionales que debían exponer en nombre de la institución fueron notificados de que no había lugar para ellos.
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Guapos eran los de antes
Los testigos (un médico, personal del IOSPER, e incluso otro miembro del Directorio) no podían dar crédito a lo que veían sus ojos. Luego de una brevísima discusión por expresiones poco felices dichas como al pasar por el gremialista y diputado electo Hugo Vázquez (PJ-Paraná), el médico y dirigente del Círculo Médico, Ignacio Uranga, reaccionó con vehemencia. “Vení y repetime eso en la cara”, le decía a un Vázquez que, más que el rudo sindicalista que asoló las calles paranaenses en la última campaña electoral, parecía un pollito mojado.
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Quiero ese helicóptero
El flamante helicóptero comprado por el gobierno entrerriano recientemente y destinado a la Policía de la provincia costó alrededor de 3,5 millones de pesos. Es una máquina de última generación y está siendo utilizada casi diariamente por el gobernador Jorge Busti -para sus traslados- o bien por la conducción policial para determinadas situaciones. El lunes sucedió algo extraño: llegó un pedido formal y concreto de parte de la Presidencia de la Nación, solicitando el préstamo del helicóptero durante cuatro días (entre el 17 y el 20 de julio), con los pilotos incluidos, obviamente, para tareas oficiales de los funcionarios de la primera línea de Néstor Kirchner, incluido el propio mandatario nacional. Al parecer, ya lo habían solicitado en otra oportunidad, durante una jornada y el gobierno lo cedió gustoso.
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