Una escuela para el barrio

Edición: 
809
¡Benditos sean! El placer de hacer en San Benito

Soledad Weimer
(especial para ANALISIS)

En San Benito, San Pedro era un barrio ignorado y San Hurtado un santo desconocido. En San Benito, esa localidad gris, aletargada, tan próxima a la capital provincial como distante de sus privilegios, San Pedro crecía en vicio como las plantas se estiran en busca de oxígeno sin dar flores. En San Pedro, ese barrio olvidado, pasado por alto como una frase entre paréntesis, más cercano a Colonia Avellaneda que al centro urbano de su municipio, pegadito a la ruta nacional 18, pero omitido, San Hurtado, el santo chileno, el santo contemporáneo, el profeta de la justicia, el educador y apóstol de los jóvenes, comenzó a caminar las calles pregonado por el Padre Blas Corbalán y algunos parroquianos que lo seguían. Y San Hurtado le hizo un regalo a San Pedro, le regaló una semilla. San Pedro la aceptó, aunque en un primer momento no entendió, porque San Pedro tenía hambre y la semilla no era comestible, y tenía dolencias y la semilla no era curativa. Pero igual la aceptó porque por sobre todo San Pedro tenía fe, e hizo lo que se debe hacer con una semilla: la plantó y la cuidó, y advirtió a los visitantes que no la dañaran porque los visitantes de San Pedro eran personajes oscuros que enfermaban de maldad la humildad de la villa contigua.

“… Pobre es nuestro pueblo, pero su misma ignorancia
es la raíz más profunda de su pobreza...”.
(Alberto Hurtado)

Cada miércoles los protectores de la semilla, un grupo de vecinos testigos del momento en que se ofreciera tan preciado obsequio, se reunían a su alrededor y pensaban cómo hacer para que creciera más rápido, para mantenerla sana y fuerte, para que pronto San Pedro descubriera su utilidad y no decidiera pisarla. Comenzaron entonces a pedir colaboración y los negocios aportaron abono, y conformaron una lista que se diera a llamar de “socios fundadores”, y con un aporte mensual voluntario hicieron posibles todos los cuidados y avances necesarios para el bienestar de la semilla.

A veces concretaban reuniones extra los lunes, aunque algunos se olvidaban, pero no importaba porque en realidad el trabajo era diario y si alguien no iba era porque sinceramente no podía ya que, en definitiva, nadie obligaba a nadie y todos lo hacían porque querían, con el único interés de ayudar a San Pedro que ahora parecía sentir que alguien finalmente se ocupaba de él.

Pero un día el crecimiento se detuvo, como un minuto de silencio elevado a la enésima potencia, ya nadie tenía respuestas, y Puchi pensó que no tenían nada, que estaban decaídos, y que qué duro iba a ser tener que decirle a la comunidad que la semilla no daría sus frutos al año siguiente y decirles a los colaboradores que no había alcanzado.

Entonces vino un señor del gobierno -uno al que le dicen El Chino- e hizo lo que saben hacer los señores del gobierno: otorgó un subsidio, y ahí sí los protectores de la semilla pudieron nutrirla, y Puchi sintió que podían empezar de nuevo, y René opinó que con un trabajo serio se logra mucho apoyo, y Miguel estuvo de acuerdo, y doña Margarita y doña Rosa asintieron con la cabeza… y la semilla tuvo sus primeros 17 verdes retoños.

El Padre Blas Corbalán lamentó que hubiera poco mantenimiento. Transitábamos entonces una improvisada calle de tierra donde el pasto aún no se resigna a ceder su lugar, y el sacerdote sin sotana comenzó a señalar los barrios por los que pasábamos como un guía turístico por un circuito de pobreza.

-En estos últimos cuatro años San Benito ha mejorado, un poco, como todo el país -había anticipado apenas partimos de la parroquia situada en el centro urbano de la localidad-. Lógicamente que si uno compara, otras ciudades de Paraná Campaña han crecido mucho más. San Benito ha crecido pero en población -había dicho.

Íbamos rumbo al terreno donde el trabajo comunitario comenzaba a tomar forma material en las paredes de un jardín de infantes y los cimientos de un aula, todo custodiado por una capilla levantada con el mismo esfuerzo como muestra viva de que se puede, si se quiere, se puede. Allí nos esperaban la futura directora de la institución y algunos integrantes del grupo de colaboradores.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

Deportes

Con un torneo celebrarán el 55º aniversario del CEF Nº3 en Concepción del Uruguay

El sábado será el evento que reunirá a deportistas uruguayenses y de la región.

Copa Libertadores: Talleres pisó fuerte en Chile y le ganó a Cobresal para ser líder

La T celebró en el estadio Zorros del Desierto con goles de Kevin Mantilla y Ramón Sosa.

Con dos goles del entrerriano Walter Bou, Lanús celebró en su visita a Venezuela

El concordiense Walter Bou marcó los dos goles de la victoria "Granate". (Foto: X @clublanus)

Enzo Fernández pasó por el quirófano pensando en la próxima Copa América

El mediocampista de Chelsea tendrá entre tres y cuatro semanas de recuperación.

Mateo Burdisso

Mateo Burdisso se perfila para ocupar ese lugar ante Talleres de Remedios de Escalada.

Sionista

Sionista falló en los momentos claves y perdió en su visita a Gimnasia y Esgrima de Santa Fe.

Bonelli

Nicolás Bonelli quedó conforme con las pruebas que realizó en el Autódromo de La Plata.

Opinión

Por Néstor Banega (especial para ANÁLISIS)  

En la capital entrerriana una multitud en favor de la educación pública.

Por Edgardo Scarione (*)  

(Foto: NA)

Cultura

La actividad, prevista de manera fija para los días martes a partir de las 10, se realizó también el lunes y miércoles.

La propuesta es de modalidad anual y tendrá continuidad todos los jueves en horario de 17 a 19, en la ciudad de Paraná.

El comediante se presentará el sábado 4 de mayo en Paraná.