J. R.
Los casos de abusos sexuales contra menores son objeto de noticias diarias, y Entre Ríos no escapa a esa realidad. En Paraná se está investigando el alcance de un hecho que involucra a un docente de escuela secundaria, acusado de abusar de un alumno de 14 años. Pese a que en la Justicia admiten que la complejidad del delito suele dejar baches en las investigaciones, aseguran que frente a esta denuncia se hizo un rastrillaje y seguimiento con resultados reveladores y escalofriantes. Una fuente le anticipó a ANALISIS que el imputado poseía material fílmico que mostraba a adultos y menores teniendo sexo, como parte de un archivo encriptado de unas 200 horas de grabación. El material alternaba pornografía de la red –donde aparecían los menores– con grabaciones caseras tomadas en un domicilio de la capital entrerriana, en el que se ven decenas de vecinos adultos de la ciudad. También se intenta establecer si algunos viajes al exterior que realizó el profesor de inglés están relacionados con la actividad de paidófilos.
Es un delito aberrante y de tratamiento complejo. Tan complejo que no alcanza con investigadores corrientes para establecer responsabilidades y fijar penas y se debe recurrir a ciencias de las más variadas ramas. El abuso sexual contra menores es una de las muecas más tremenda de una realidad cruel que también golpea en la provincia de Entre Ríos.
Por estas horas en Paraná se está investigando uno de los casos más dramáticos, con ingredientes que hacen trabajar con la hipótesis de que lo que ocurrió en la capital entrerriana es la parte visible de una red con extensión, incluso fuera del país. Al menos eso está en el terreno de las hipótesis, vale insistir.
Por lo pronto, los investigadores hallaron material con contenido destinado a los pederastas y eso ya es un indicador preocupante. Sin embargo, desde la defensa del imputado se indica que no hay elementos que comprometan a su cliente, y eso tiene una lógica: por el momento no se encontraron entre las filmaciones caseras pruebas que confirmen la denuncia de abuso del docente contra su alumno.
“Hay más material por revisar todavía”, dijo a ANALISIS una fuente de la investigación, y confió que uno de los objetivos es analizar los correos electrónicos del imputado, por lo cual la pesquisa tomará dimensión internacional. “Estamos haciendo los trámites para acceder a los archivos en servidores de Estados Unidos y Europa, y creemos que vamos a lograr dar con esos archivos porque estamos frente a un caso de presunta pederastia y entonces es más fácil que se nos abran las puertas para investigar”, agregó la fuente consultada.
Laberinto de nombres
La situación se abre en un laberinto de nombres ligado al imputado que ha generado la preocupación en varios hogares. Frente a eso se plantea un desafío que es separar, con límites claros y precisos, lo que corresponde al ámbito de la vida privada que involucra a otros hombres, y lo que constituye un delito. Lo que se busca es esto.
Ocurre que hay personas conocidas de la capital entrerriana registradas en los videos, que han quedado preocupadas por la situación a la que quedaron expuestos en el caso de que nada hayan tenido que ver con los presuntos abusos.
En verdad, el caso es uno más de los que, de un tiempo a esta parte, se vienen denunciando. Es preocupante como hecho individual toda vez que hay una víctima menor de edad, pero lo es también porque suma al conjunto de casos similares y revela una realidad seria: cada vez hay más casos de abuso contra menores, según las estadísticas.
El caso del profesor de Inglés que da clases en la Escuela Normal de Paraná, en la Bazán y Bustos y en la escuela de la Unidad Penal Número 1 de la capital entrerriana, entre otros establecimientos, saltó por la denuncia de un padre que observó un cambio de actitud e irritabilidad de su hijo adolescente.
Fuentes que saben del caso dan cuenta que el menor se quebró y admitió que estaba viviendo una pesadilla. Hasta ahí la versión que constituyó el hecho inicial que condujo a la imputación. Luego el allanamiento, el secuestro de una computadora y los primeros análisis informáticos dejaron en situación más que comprometida al profesor.
En la suma de indicios los investigadores policiales y judiciales no dejaron nada sin considerar. Incluso se está tratando de establecer la trayectoria de los viajes que el docente realizó al exterior, especialmente a España, “una de las capitales de la paidofilia”, notaron.
¿Frente a qué estamos?, quiso saber este semanario. Según los primeros resultados, ante un hecho con fuertes indicios de abuso sexual, en el período de recolección de pruebas y en las puertas de una investigación para saber si esto es parte de una red de abuso contra niños y niñas.
“Es así, investigando todo es como se ha logrado, más de una vez, desbaratar alguna banda de pederastas”, apuntó una fuente de los tribunales. Sin embargo, desde otro lugar del mismo Poder Judicial se ha dicho que “la complejidad está dada también porque hay una suerte de bache en todo lo que sea investigación de abusos sexuales”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)