La justicia del aumento, y también del reclamo

Edición: 
818
Columna de opinión del contador Fernando Barraco Mármol

Fernando Barraco Mármol (*)

En el presente trabajo esbozaremos un poco algunos comentarios sobre el Impuesto Inmobiliario Rural en la provincia.

Como es de público conocimiento el gobierno provincial, por decreto del Poder Ejecutivo, dispuso un aumento en las valuaciones fiscales de los inmuebles rurales de nuestra provincia. También se dispuso que dicho incremento fuera retroactivo al año 2007 y que su incremento llegaría hasta un 80 por ciento, lo que provocó una inmediata reacción entre todos los productores de la zona. Cabe aclarar también que el gobierno de Santa Fe ha enviado un proyecto de ley pero a la Legislatura en el mismo sentido.

Informamos en este momento que han subido en la provincia de Santa Fe los sueldos de los principales actores del Poder Ejecutivo, en un porcentaje bastante significativo. Mayor aun, por ejemplo, del aumento que reclaman en sus sueldos distintos gremios de la hermana provincia.

Entre las idas y venidas del aumento en Entre Ríos, se han modificado varias veces los vencimientos, pues al tomar conocimiento los contribuyentes agropecuarios que sería retroactivo y que se liquidaría el aumento no cobrado a principios de año en las cuotas restantes del año, protestó pues las encarecería aún más. Varias veces el gobierno debió replantear los vencimientos del mismo, como por ejemplo fue en la Resolución Número 88/08, luego la 171/08 y anteriormente la Resolución Número 486/07 de la Dirección General de Rentas, lo que evidenció una buena disposición gubernamental para consensuar con el contribuyente directo la aplicación de dicho aumento tributario, cosa que hasta no hace mucho tiempo atrás no se estilaba, por lo que veo una muy saludable actitud en ese sentido por parte de las autoridades fiscalizadoras.

En una primera lectura de dicho aumento vemos que el gobierno provincial a través del secretario de la Producción, Roberto Schunk, –uno de los más estudiosos y preparados economistas que hay en la provincia– sostiene que no es razonable cuestionar un aumento que va de 0,78 pesos a 1,35 pesos por hectárea en promedio general. En concepto de Impuesto Inmobiliario Rural, que también es dable decir no contribuye a ninguna Municipalidad. Es decir que la posesión inmobiliaria paga en las ciudades el Impuesto Inmobiliario y la Tasa Inmobiliaria calculada sobre el mismo bien por los servicios que presta el municipio.

También es muy cierto que con los valores de la hectárea de tierra rural, que suman cifras elevadas en dólares el incremento sería muy poco relevante, pues incluso el avalúo fiscal promedio es muy inferior al precio real.

Parte de ese incremento, vuelve de distintas formas a los productores, aproximadamente un 20 por ciento, y también es cierto que en un Estado organizado los poderes públicos deben y necesitan recaudar para cumplimentar sus objetivos que son el bien común de toda la sociedad, incluso con la posibilidad de la distribución de la riqueza tal cual lo establece el artículo 43 de la Constitución Provincial.

Pero por el lado del contribuyente agropecuario se esgrimen también otras razones muy atendibles, como por ejemplo que a pesar de lo reducido del incremento este haría aumentar hasta, en algunos casos, la valuación fiscal en un 70 por ciento, lo que aumenta la incidencia del valor de esos inmuebles en el Impuesto a los Bienes Personales que recauda la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). También recordemos que todo esto se da en el marco de una protesta agropecuaria como la que vivió nuestro país desde marzo, en gran parte muy legítima, sobre todo en el sector de los pequeños productores que, como escribí en el artículo del 12 de junio en el semanario ANALISIS, “están en la ruta por su propia supervivencia”. Esto también es verdad, en Victoria, por ejemplo, la valuación fiscal de la hectárea podría llegar a 3.600 pesos y en Larroque a 2.600 pesos por hectárea, lo que representa porcentajes de suba importantes que en este marco al productor le resultaría gravoso.

No olvidemos que acaba de explotado en los Estados Unidos una crisis financiera de impredecibles consecuencias, una de las cuales, como ya se puede apreciar, es la baja de los precios de los commodities, uno de los cuales es la soja, principal recurso de generación de divisas del campo, cuyo precio ya bajó a los 400 dólares la tonelada, entre otros efectos graves para las economías de los países. Y ése es el contexto que hay, por lo que considero también muy atendible la protesta agropecuaria en este sentido y que motivó la marcha de septiembre a la Casa Gris, en la que se logró la suspensión de la aplicación de dicho tributo por 45 días.

Dentro de todo este marco, el martes último el sector agropecuario anunció otra medida de protesta que consistirá, inicialmente, en el cese de comercialización de granos y hacienda por problemas de rentabilidad en el sector, o sea que no es un momento apropiado para subas.

Vemos como muy saludable la conformación de la mesa técnica para estudiar el problema y determinar los valores del tributo, sobre todo por la sequía inusitada que agrava el problema significativamente y entorpece la recaudación. En esta circunstancia, es muy justa la declaración de emergencia ganadera en los departamentos La Paz, Paraná, Diamante, Victoria, Gualeguay, Islas, Tala, Gualeguaychú y parte de Villaguay y Federal, hasta el 30 de marzo de 2009; y la fecha propuesta para que el productor entregue la documentación sería hasta el último día de noviembre del corriente año.

El problema es que al Estado provincial, como a cualquier hijo de vecino, se le caen los ingresos no sólo por la delicada situación económica actual, sino también por la pérdida de poder adquisitivo del valor de nuestra moneda por las políticas económicas nacionales erradas provenientes del Banco Central, por lo que necesita imperiosamente mejorar la recaudación para atender sus legítimos fines, pues debe prestar muchos servicios a los ciudadanos y ese es en realidad el cuello de botella de esta situación.

Y a su vez, por el lado del contribuyente, se da el fenómeno de que lo que debe pagar cada vez le cuesta más, porque la rotación es menor y los insumos aumentan –incluso en dólares– y los costos también. Y si a eso se suma un aumento de impuestos, la medida resulta más difícil de cumplir. En ese punto es que la protesta del productor es legítima, y no porque le guste andar haciendo tractorazos. Aunque objetivamente también el Estado tiene mucha razón en los valores que esgrime del precio del tributo en relación con el valor de la hectárea.

Entonces, a mi entender el problema, como muchos de los de este tipo que suceden en nuestro país desde hace más de 30 años, está en la pérdida de valor adquisitivo de nuestra moneda, debido a que la tasa de interés activa que cobran las entidades financieras, y que está por encima de la inflación, tablita, Plan Austral o convertibilidad, esa ingeniería financiera, que no es argentina sino que fue impuesta desde el exterior para transferir recursos desde el sector productivo al financiero y que produce el siguiente fenómeno: “Cada vez lo que se recauda o gana alcanza para pagar menos gastos”, o sea que “hay que trabajar y recaudar cada vez más para pagar los mismos gastos o costos”. Y ojo que esto es válido tanto para el productor agropecuario como para el gobierno provincial, ambos necesitan recaudar y cumplir sus obligaciones, pero ambos también ven que sus ingresos cada vez les alcanzan menos. Por supuesto que el único de los dos que puede legislar sobre el otro es el gobierno. Por eso la protesta del sector sobre el que recae el tributo.

¿Y entonces? Y entonces hay que reformular políticas del Banco Central, generar riqueza que hoy no se producen y orientar los propósitos monetarios y de costo del dinero al servicio de la producción nacional; derogar, por ejemplo. la Ley Número 21.526 de la dictadura que favorece a las entidades financieras –inexplicablemente aún vigente–, tal cual expresara días atrás Pino Solanas, y así beneficiar con dicha política nacional a todos los sectores que trabajan, pues todas las provincias, sus gobiernos y su pueblo se verían muy beneficiados recuperando el valor de una moneda y permitiendo que las tasas de interés sean levemente negativas como he venido proponiendo siempre, con lo que se produciría el efecto contrario al actual y se beneficiaría al sector productivo –que podría así afrontar aumentos de impuestos– reduciendo las absurdas ganancias que ha tenido desde 1976 el sector financiero en nuestro país.

(*) CPN - Especialista Tributario Mercosur.

La empresa OIC SA tiene cuatro probation por corrupción y construye el anexo de Tribunales.

La mala distribución de la tierra o, dicho de otra forma, la concentración al extremo, no es nueva en Entre Ríos. Y es un debate que será necesario dar en algún momento.

La mala distribución de la tierra o, dicho de otra forma, la concentración al extremo, no es nueva en Entre Ríos. Y es un debate que será necesario dar en algún momento.

Deportes

Tomás de Roca

Tomás de Rocamora le ganó a Olímpico y ahora deberá esperar hasta el sábado para saber si accede, o no, a los playoffs de la LFB.

Clásico

La primera fecha de la Divisional A tendrá el clásico Atlético Paraná-Patronato.

San José

Social y Deportivo San José perdió ante CEF de La Rioja y le dijo adiós a la Liga Argentina de Vóleibol.

Echagüe

Echagüe le ganó a Independiente de Santiago del Estero y recuperó la senda del triunfo.

Fútbol: Unión saboreaba la victoria, pero Lanús lo dejó con las ganas de festejar

El "Tatengue" tenía todo para ganarlo, pero el "Granate" se lo empató en el final.

Causa Vélez: Sebastián Sosa recuperó la libertad tras pagar la caución

El arquero uruguayo pagó 50 millones de pesos para quedar en libertad a la espera de la resolución del caso.

Independiente Rivadavia logró una agónica clasificación en la Copa Argentina

La Lepra se impuso con gol de Francisco Petrasso, a los 39 minutos del complemento.

El entrerriano Juan Augusto Ronconi confirmó su piloto invitado para el Procar 4000

Juan Ronconi compartirá el auto con Alan Ruggiero, piloto del TC.

Javier Altamirano ya recibió el alta tras la convulsión que sufrió ante Boca

El futbolista chileno continuará su recuperación en su domicilio con un reposo relativo.

Opinión

Por Héctor Helman (*)
Por Azul Martínez (*)  

(Foto ilustrativa)

Por Hugo Remedi (De ANÁLISIS)
Por Coni Cherep (*)  

(Imagen: conicherep.com)

Por Daniel Tirso Fiorotto (*)  

(Foto ilustrativa)