El Yiyi

Edición: 
867
Un justo homenaje a Alfieri

Daniel Enz

Aprendimos de sus locuras, de sus sueños, de su tesón para obligarnos a redactar la nota cuantas veces fuera necesario. Nos enseñó de su compromiso, de su lucha por memoria y justicia; de su pasión por buscar y buscar ese dato necesario para escribir un buen artículo. Había que llegar con el diario leído; leer para informarse de cada personaje y saber decir "no" ante los avasallamientos del poder o las tentaciones de ese lugar privilegiado al que accede nuestra clase dirigente y de una día para el otro cambian de vida, de casa, de mujer y agrandan sus cuentas bancarias.

El Yiyi, como cariñosamente le decían en La Rioja, era capaz de discutirle por horas a monseñor Estanislao Karlic sobre el compromiso de la Iglesia -reivindicando siempre al Pelado Angelelli, con quien supo lograr una amistad cuando estuvo en tierras de la chaya- y manifestarle en la cara que estaban equivocados cuando hicieron la cruzada en contra del divorcio. Incluso, se divertía acotándole: "Yo me casé dos veces; una por civil y otra por Iglesia", dejándolo casi sin respuesta al alto prelado.

En El Diario, donde lo conocí en el '81, a los pocos meses de su desembarco en Paraná, después de la cárcel, de la libertad vigilada, de su paso por los cines como acomodador, era el que discutía a los gritos y el que no quería perder en esos debates. El que se plantaba ante el mismo Don Arturo Etchevehere o no dudaba en decirle que "no" a su hijo Zahorí, cuando el recientemente fallecido director le pedía algún favor sobre el que no estaba de acuerdo. Una vez hasta lo dejó plantado con unos tipos que llegaron de La Rioja, a poco de iniciada la democracia y a metros de subir las escaleras, para el clásico reportaje que se hacía en el primer piso del matutino. Es más: cuando uno de esos invitados le extendió la mano para saludarlo, el Guille -como siempre le dijimos nosotros- lo miró con bronca y le recordó quien era. El tipo se puso pálido y quedó casi descompuesto, cuando Alfieri le contó de su rico paso por El Independiente de La Rioja, intervenido por la dictadura a poco del golpe. En escasos segundos y sin muchas palabras, lo hizo sentir una basura. Alfieri agarró su agenda y se fue mascando bronca por el momento de mierda que había vivido.

El Guille hizo y sigue haciendo mucho por el periodismo de Entre Ríos. Puso blanco sobre negro en muchos aspectos. Nos enseñó a enamorarnos del oficio; a ser exigentes, a comprometernos cada día, a no transar, a gritar por más libertad, a no permitir esos avances permanentes del poder, a sincerarnos; a pelear por coherencia y verdad. A soñar y batallar por una sociedad mejor desde ese pequeño lugar que tenemos como cronistas de una época. Es justo ese homenaje que le hicieron ayer. Pero que nadie espere un lagrimón; esas cosas no son para el Guille.

Deportes

Franco Jara convirtió tres goles en el milagroso empate de Belgrano.

La "Lepra" sumó de a tres y lucha por salir del fondo de los promedios.

Jonathan Herrera (derecha) anotó el tanto de la victoria para el "Malevo".

Armando Méndez (derecha) le dio el triunfo al "Pincharrata".

Opinión

Por Juan J. Del Castillo
Por Ladislao Uzín Olleros
Por Ezequiel Ré
(Especial para ANÁLISIS)