A. M.
En la presente temporada de la competición ibérica el Gijón pugna por mantener la categoría (está a tres puntos de lograr la salvación) y la idea de los dirigentes es ir reforzando la plantilla para la campaña 2010/11. El atacante entrerriano fue la primera incorporación y la dirigencia va por más.
De todas maneras, eso es harina de otro costal, Gastón Sangoy vive un momento increíble en su carrera deportiva. Esa que comenzó en El Bichito paranaense, de allí emigró a Boca Juniors con solamente 13 años, llegó a debutar en la Primera División en 2003 y jugó 16 partidos. Sin muchas chances en El Xeneize fue vendido al Ajax de Holanda, donde tampoco jugó mucho. De los Países Bajos regresó a Sudamérica para jugar en el fútbol peruano, más precisamente en Universitario de Lima (disputó la Copa Libertadores con La U).
Tras una buena temporada decidió volver a la Argentina y estuvo a punto de fichar con Huracán de Parque Patricios, pero no se dio. De ahí viajó a Colombia para vestir la casaca de Millonarios de Bogotá. Tras seis meses decidió volver a Europa, primero en el fútbol de Israel. Allí estuvo a prueba en el Maccabi Tel Aviv pero no convenció al entrenador y sin pensarlo mucho fichó con el Hapoel Haskelon de la Segunda División. El esfuerzo dio sus frutos ya que los contrató el Apollon Limassol de Chipre, entidad en la que se cansó de meter goles, fue capitán y además goleador del torneo.
Claro está, su buen rendimiento saltó los límites de un fútbol poco conocido y las imágenes llegaron hasta los dirigentes del Sporting Gijón, que tras varias semanas de tratativas lograron ficharlo para la venidera temporada.
(Más información en la edición gráfica de ANÁLISIS de esta semana)