Claudio Cañete
Los microcines en Paraná
En el año 1998 surgió otro emprendimiento del empresario Marcos Baraglia, dueño por ese entonces del Rex y el Atlas: el microcine. De esta manera aparecían Cinema 1 y Cinema 2, dos pequeñas y confortables salas equipadas con proyector digital y sonido de alta calidad. Estaban ubicadas dentro del predio de Inter Spar, uno de los principales supermercados de la ciudad que comenzaba a temblar con la llegada de Wal-Mart a Paraná. La apertura se hizo con el estreno en simultáneo con Buenos Aires de Lethal Weapon 4 (Arma Mortal), la recordada saga de la comedia de acción protagonizada por Mel Gibson y Danny Glover.
Sin embargo, todo esto en conjunto no sería otra cosa que “la mejoría de la muerte”, como dice el dicho popular. La Sala Mayo, experiencia llevada adelante por la Fundación Bica, y el trabajo de Laura Dayub en la coordinación, llegó a su final. Se intentó prolongar de esta manera todo lo que se pudo la rica historia del viejo Cine Teatro Mayo.
Aún cuando nadie había podido despabilarse de la euforia que había sido el estreno del film nacional El Amateur, de Mauricio Dayub (una proyección con más de 700 personas, a sala llena), a fines de ese mismo año, la sala cerró y fue alquilada por el Centro Comercial e Industrial de Paraná (su propietario real) al restaurante que hasta hoy funciona allí. Para el año 2000 Cinema 1 y 2 ya habían cerrado, por falta de público y porque Inter Spar vendió el predio que fue adquirido por la empresa Coto, que llegó con la seria intención de competir con Wal-Mart.
Baraglia anunció un retorno de las salas no bien se produjera la inauguración de Coto, cosa que sucedió pero al poco tiempo volvió a cerrar por falta de respuesta de la gente que no encontraba clima de cine en ese sector de la ciudad ni tampoco la zona se instaló como un lugar de paseo. El Cine Atlas también se hundió como el Titanic por aquellos días, con sus luces y encajes de lujo de otras épocas de esplendor, con la orquesta tocando a pesar de todo, para sumergirse en la boca negra del fondo de la oscuridad definitiva. Después de estar varios años cerrado el local fue refaccionado y ahora es ocupado por una de las tantas agrupaciones religiosas que se difunden en las trasnoches de los canales de cable.
Estos hechos iniciaron una década del 2000 muy híbrida.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)