Soledad Comisso
-¿Dónde transcurrió su infancia?
-Nací en La Paz en 1954, después en 1956 mi familia, que estaba compuesta por mis padres y seis hermanos, nos vinimos a vivir a Paraná por cuestiones laborales de mi padre. Mi infancia transcurrió en una casa humilde, mi papá siempre fue trabajador y mi mamá ama de casa. Mis hermanos, cuando vinieron acá comenzaron a trabajar desde muy chicos. Comencé la primaria en el Colegio Don Bosco y luego terminé en la Escuela República de Entre Ríos.
-¿Cuál fue su primer trabajo?
-Yo venía trabajando en pequeñas cosas mientras hacía la secundaria, pero en 1973 ingresé a la Dirección Provincial de Vialidad. Mientras tanto, ya estaba militando en la Juventud Peronista y gracias a eso conseguí ese trabajo.
-¿Estudió algunos años la carrera de Ciencias Económicas?
-Sí, inicie la carrera de Ciencias Económicas, la cual quedó inconclusa porque por 1977 o 1978 era bastante difícil cursar. Estudiaba en Santa Fe y había operativos permanentes, y si bien no tuve una participación política muy activa en lo que fue la denominada izquierda peronista, hubo muchos compañeros desaparecidos en esa época. Luego me casé, tuvimos dos hijos y, lógicamente, toda esta responsabilidad me impidió terminar con los estudios universitarios.
-¿Cómo fueron sus comienzos en la parte sindical?
-Comenzamos a reconstruir el Movimiento Obrero de la mano de Carlos Echeverri, que fue el normalizador del Sindicato de Obreros y Empleados Viales de Entre Ríos (SOEVER) y él me dio la oportunidad de aprender a su lado. Ya en 1983 formé parte de la primera Comisión Directiva. Después tuve una pelea muy fuerte con el primer gobierno de Sergio Montiel, donde fui cesanteado en 1984 por una cuestión gremial; porque Montiel decía que los gremios estatales no podían tener sindicato porque lo prohibía la Constitución, y por eso fuimos cesanteados dos compañeros de ATE y yo. Ésa fue una época muy dura. Nosotros habíamos pedido una licencia gremial por la ley que obliga a la patronal a conceder la licencia. Pero consideraron que no era así y por eso nos cesantearon. Después recurrimos a la Justicia y en 1987 me reincorporaron a la Dirección Provincial de Vialidad.
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