Silvio Méndez
Tras la información publicada por ANALISIS en su edición del 17 de agosto respecto a los detalles del proyecto presentado por la firma Gesteco SA para obtener la concesión del servicio de tratamiento final de la basura de Paraná, el presidente de la empresa, Alberto Veronese, decidió dialogar y dar su versión. El empresario aportó algunos pormenores que no se encuentran expuestos en el expediente iniciado ante el municipio. Según explicó, esta decisión se fundamenta en que aguarda se apruebe un llamado a licitación donde pueda desarrollar el plan y competir con otros posibles oferentes. Tras una reunión con ediles de todos los bloques del Honorable Concejo Deliberante (HCD) realizada la semana pasada, Veronese se mostró confiado en poder llevar adelante el proyecto.
Como se recordará, a principios del mes pasado ingresó al Concejo una iniciativa privada para gestionar la disposición final de los residuos en el Volcadero de la ciudad. La comisión encargada de evaluar tales fines debía estudiar el proyecto y tras su visto bueno, elevarlo para ser aprobado por el pleno del cuerpo deliberativo. Este paso permitiría luego hacer un llamado a licitación pública del servicio basado en esta propuesta presentada, si también es de interés del Ejecutivo Municipal.
En los aspectos formales, el plan prevé dotar de una infraestructura básica para el reciclado de residuos sólidos y uso de los orgánicos para compostaje y biogás. Según consta en el trámite iniciado, proyecta una inversión de 16.110.349 pesos en un período de seis años. Como contraparte, el privado pretende el cobro de un canon mensual de 900.000 pesos por mes, es decir 10.800.000 pesos al año. En torno a esta presentación, fundamentos, factibilidad y proyección económica surgieron algunas dudas en concejales de la oposición, a los que Veronese respondió. El empresario también argumenta el porqué de la necesidad de que un privado tome a su cargo esta tarea y de una articulación de acciones con la Municipalidad.
“Nuestra propuesta nace de una propuesta social y una tecnología para el desarrollo de una solución ambiental. No hay ninguna solución ambiental si no se contempla la solución social de la gente que vive en torno al Volcadero. En el Volcadero hay más de 800 familias que viven de la basura”, comenzó el diálogo Veronese.
-¿Han hecho un relevamiento? ¿Cómo acceden al terreno para elaborar la propuesta?
–Nosotros venimos trabajando desde mayo del año pasado. Yo he trabajado varios años con una empresa pública, del Estado, con Bracciano Ambiente SPA (en las inmediaciones de Roma, Italia). Se me dio la oportunidad de desarrollar algo acá en Paraná por el tema de los residuos industriales. Hay un marco normativo provincial que obliga a las empresas a tratar sus propios residuos y no hay ninguna planta de tratamiento en toda la provincia. Hay empresas que gastan una fortuna para tratar sus residuos en plantas habilitadas de Santa Fe o Buenos Aires. Vimos que la provincia tiene un crecimiento económico importante y que muchos países para permitir el ingreso de productos piden certificados ambientales, y para eso es necesario un correcto manipuleo de residuos, sea reciclable o no, peligroso o no peligroso. Hicimos un estudio de mercado y pensamos radicarnos en Paraná porque vimos que es una ciudad que va a tener un crecimiento industrial en los próximos años. Comenzamos a evaluar dónde podíamos instalarlos. Y nuestra filosofía es recuperar el máximo material posible, sea plástico, cartón o la orgánica, mediante compostaje. Vimos la poca historia ambiental y cómo muchos proyectos de residuos domiciliarios fracasaron porque no se sabía dónde ubicar la planta. Vimos que en el Volcadero hay una potencial enorme. Hay una sola empresa no habilitada de la zona que compra los materiales para después reciclarlos. Y nos metimos en el mercado como trader, que es un intermediario en la comercialización, y lo vendemos a empresas que le dan valor agregado: papeleras, industria del plástico.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)