Soledad Comisso
—¿Cuándo comenzó su carrera en la docencia?
—Empezó luego de la democracia, cuando se presentó la oportunidad de hacer una experiencia en las facultades de Ciencias de la Educación y de Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y a partir de ahí es lo que más me ha gustado en la vida. La docencia me apasiona, no me imagino un momento en el que tenga que dejar de enseñar en alguna instancia. No sólo doy clases en las facultades, sino que adonde me invitan voy para poder desarrollar temas que voy estudiando y analizando. Voy adonde sea porque me encanta, más que nada porque a esto lo veo muy unido a una necesidad de comprensión de la realidad, sobre todo en un momento como el que vivimos actualmente, que es tan clave para el futuro de la humanidad. Yo creo que la falta de alternativa y espacios donde se puedan tratar estos temas es importante y por eso uno hace todos los esfuerzos para hacer docencia. Yo doy todo por mis alumnos. Los chicos me han contado que hay muchos docentes que tienen otra actitud y eso a mí me llama mucho la atención, no sé si es un desinterés o que se hacen las cosas por cumplir formalmente el trabajo, pero yo trato de enseñar con pasión, de dar todo lo que pueda por los alumnos. Creo que eso me diferencia de algunos otros docentes.
—¿Dónde se recibió de contador?
—Estudié en la Universidad del Litoral. Mi carrera de grado es la de contador público. Estuve viviendo en Santa Fe hasta los años ´76 ó´77, más o menos, y cuando vino la dictadura me volví a mi pueblo por una cuestión de tranquilidad y seguridad. Cuando las cosas se tranquilizaron volví, rendí las materias que me quedaban y me recibí. Esa fue mi carrera de grado, pero después me dediqué a otras ramas de las ciencias económicas y me fui formando solo. También hice una maestría en administración de empresas y después otra en sociología económica. Las tareas habituales de contador las hice un tiempo, pero no me gustaban mucho.
—¿Hay algo en lo que se esfuerce particularmente, especialmente en la docencia?
—A mí me preocupa mucho que los chicos se sientan bien, eso es importante. Hay muchos tipos de docentes que se sienten como que están por encima de todos o abusando de la situación de poder. Cuando yo estoy en clases o evaluaciones y veo que hay un chico que tiene dificultades, en lugar de hacer valer el poder trato de apoyarlo para que no se sienta en una situación traumática. Incluso eso me ha pasado a mí cuando hice alguna maestría, entonces trato de hacer todo lo posible para que el estudiante no se sienta mal.
(Más información en la edición gráfica número 1026 de la revista ANALISIS del 13 de agosto de 2015. )