S.A

Desde marzo de este año la Casa de la Cultura de Entre Ríos propuso que el tercer sábado de cada mes sea escenario de aventuras, haciendo hincapié en obras de teatro de grupos independientes que acerquen propuestas que incluyan al juego como herramienta de aprendizaje y de abordaje con el otro. En junio es el turno del grupo animado La Cacerola que hace 17 años lleva adelante este tipo de propuestas a través de diferentes expresiones culturales. En esta oportunidad nos trae cerquita “Un Cuento de Piratas”, una instancia donde la historia se va construyendo a través de la participación del público presente. “La historia trata de unos piratas que quieren encontrar un tesoro. El desafío en esta modalidad de participación es que cada función sale distinta. Si bien la obra tiene una estructura, porque en ningún momento dejamos de estar en el escenario con el otro personaje, nosotros vamos conduciendo y llevando todo hasta el final del cuento. Las experiencias que tenemos han sido positivas porque todos quieren participar y está dirigida a un público familiar, no sólo infantil. Los padres también participan actuando, bailando y realizando efectos especiales. Al final, el mensaje es haber podido encontrarlo por haberse mantenido todos juntos”, cuenta Gómez, una de las autoras de “Un Cuento de Piratas” y agrega que luego de la función “se propone una actividad lúdica expresiva. Como nuestra historia tiene teatro, murga y títeres, una vez finalizada la función vamos a hacer un mini taller de murga para terminar tocando con todo el público. Por eso los estamos invitando a que lleven lo que tengan para hacer de tambor: ollas, tambores de juguetes, todo elemento que pueda servir para percutir”.

Lo lúdico como herramienta de transformación social

El grupo animado La Cacerola se define como un “grupo animador sociocultural”, definición por la cual asume un rol de transformación social encarada desde el juego, la participación colectiva, que habilita otros vínculos y un conocer(se) con el otro. María Laura Gómez comenta en este sentido a ANÁLISIS que para el grupo “la transformación social está en las pequeñas acciones y no en los discursos y en las macroconstrucciones que por ahí quedan en la nada. En este formato de obra que presentamos el mensaje es ese, lo colectivo y lo que es sentirse juntos para poder lograr cosas. La mayoría de las personas que hacemos teatro en La Cacerola, somos casi todos docentes de teatro tanto en la parte formal como en la no formal. Somos talleristas y estamos en escuelas, y de ahí aportamos nuestro grano de arena para esta transformación social que es tan importante”. Y sostiene con alegría que las experiencias y la recepción de los niños es positiva en cuanto a la participación y aceptación. “Siempre está el desafío de la aceptación del niño genuino, porque cuando algo no le gusta te lo dice y eso también es parte de este ir aprendiendo constante”, comenta.

Entrada libre y a la gorra

Quienes organizan el Ciclo La Vaca Voladora son las Compañías Teastral, Montoto y Magoya, con la colaboración y el auspicio de la Casa de la Cultura de Entre Ríos y la Secretaría de Cultura de la provincia de Entre Ríos, lo que significa la garantía de un espacio y los recursos financieros y humanos para poder llevarlo adelante. Pero en la mayoría de los casos, estas compañías teatrales independientes que se sustentan de manera autogestiva llevan adelante espectáculos donde el valor de la entrada es a la gorra. María Luz Gómez reflexiona al respecto que “la entrada es libre y a la gorra, el que pueda colaborar que lo haga y el que no, no. Nadie se queda afuera en estos momentos tan difíciles. Continuamente tenemos que reinventarnos quienes nos dedicamos a esto; también es una forma de vida, estemos o no en crisis, es una elección. Cuando hay tiempos de crisis la gente se reinventa. El artista tampoco escapa a un montón de obstáculos que puede llegar a tener, pero la creatividad nos hace seguir reinventándonos para poder subsistir y todo debe tener la misma calidad y la misma importancia. Es un rol del artista cuidar la calidad para que el público lo pueda respetar como un arte”.

(Más información en la edición gráfica 1098 de ANALISIS del jueves 13 de junio de 2019)