Los préstamos “gota a gota” y el lavado de dinero del narco colombiano

Edición: 
1103
Un negocio que crece en tiempos de crisis

Las mueblerías se multiplican en numerosos barrios de casi todos los departamentos de la provincia. Los vendedores andan en carritos con placares o espejos recorriendo las calles. Pero detrás de la apariencia de un negocio llamativamente rentable, ofrecen préstamos a cualquiera, con tasas bajísimas y cuotas a pagar por día o semana. Son unos 200 los colombianos que llegaron a Entre Ríos en busca de una vida mejor, lavando el capital de origen desconocido, pero sospechado por cualquiera.

Por José Amado

Con regularidad y puntualidad rigurosa, un hombre llega en una moto todas las noches a la Terminal de Ómnibus, ese sombrío espacio de Paraná donde parece que cualquier ilegalidad puede tener lugar. Se dirige a la parada de taxis y recorre uno por uno a sus deudores. Los choferes le abonan el dinero sin chistar, según el acuerdo pactado y él, con el acento del mejor castellano hablado en Latinoamérica, los despide hasta el día siguiente. La misma escena se repite en distintos barrios de la ciudad, casa por casa, y también en la mayoría de los departamentos de la provincia, así como en el resto del país.

Son alrededor de 200 los colombianos radicados en Entre Ríos (en casi todos los Departamentos), quienes llegan con un monto de dinero en el bolsillo y, bajo la invariable máscara de negocios del rubro mueblería, hacen crecer esos billetes mediante préstamos informales, con tasas preferenciales en el mercado. Periódicamente giran una parte de las ganancias a su país a través del servicio Western Union, y así se completa la maniobra de lavado de dinero del narco colombiano, según el convencimiento de investigadores que han estado tras sus pasos.

Algunas personas que han estado en aprietos ante la necesidad de dinero rápido y sin vueltas, contaron a ANÁLISIS que los requisitos que piden los colombianos son mínimos: con exhibir alguna actividad laboral que implique un ingreso económico, es suficiente.  Sólo a veces les hacen firmar algunos papeles, y ellos llevan un cuadernito con planillas a modo de resumen crediticio, con el dinero prestado y el plan de cuotas acordado. El sistema se conoce como préstamos de “gota a gota”.

Lo que a todos llama la atención es la baja tasa de interés que ofrecen: un taxista ha pedido, el mes pasado, 3.000 pesos, y debía devolver al concluir el mes siguiente, 3.600. Eso sí: todos los días había que estar en la parada, a la hora que pasa el cobrador para abonar la cuota. De cualquier modo, está muy por debajo de las tasas pautadas por el Banco Central para las entidades bancarias en Argentina. En los últimos años, las políticas financieras han llevado las posibilidades de acceso al crédito a niveles imposibles, y los intereses fijados para compras incluso pequeñas, de bienes de consumo, resultaron excesivos. De este modo, los colombianos han encontrado un mercado que les ha permitido crecer con sus pequeños préstamos. Aunque las devaluaciones producidas, principalmente desde el año pasado, también los han afectado.

Otra particularidad del “servicio financiero” es que no prestan más de 10.000 pesos. Podría encontrarse algún caso de 15.000 o, con la última depreciación de la moneda nacional, podrían elevar un poco más el límite. Pero se observa que, por un lado, no se arriesgan a perder demasiado dinero que, si no les devuelven, no tendrán luego ninguna forma legal de recuperar; por otro, buscan no generar movimientos demasiado ostentosos en ellos y en sus clientes.

El contacto es siempre personal y la propaganda es “boca a boca”, de un conocido a otro. En otras provincias reparten volantes en la vía pública, pero acá no es el caso. El principal aspecto del éxito del negocio es, sin dudas, que los clientes son cumplidores. Una severidad en los pagos que se corresponde con la insistencia de los acreedores. Todos coinciden en el trato respetuoso con el cual se relacionan los colombianos, algo que los nacidos y criados en ese país parece que llevan en la sangre: un dialecto sin jerga callejera ni eses comidas, que parece transmitir la confianza necesaria para la actividad comercial, aún cuando en la charla cordial no falte la advertencia de lo que pueda ocurrir si no se paga en tiempo y forma. Convincentes en todo sentido.

Para los morosos incobrables, el método que se ha observado en la provincia no ha sido la violencia, al menos por lo advertido en algunos casos de personas que estuvieron en esa situación y por la falta de registro de hechos por esta causa en la Policía. Sí han ocurrido hechos de sangre vinculados a deudas con colombianos en otras ciudades del país, como Buenos Aires o Rosario. Incluso en Santa Fe, hace poco, se han registrado casos graves de usura, aprietes y amenazas. Pero en Entre Ríos al menos todavía no se han denunciado. La modalidad de presión es, más bien, la insistencia y la molestia de tener todos los días a una o dos personas reclamando el dinero en la casa o en el negocio

En el barrio La Floresta de Paraná, por ejemplo, hay vecinos sorprendidos por un hombre que nunca le pagó al colombiano que vive a la vuelta y jamás tuvo inconvenientes. En cambio, un comerciante del barrio San Agustín que solicitó un préstamo, no pudo pagar y por eso pidió un poco más, lo cual llegó con un interés superior. Ingresó así en un círculo de usura del que no pudo salir sin que un conocido lo auxiliara con dinero.

 

Lavar para vivir

Las noticias sobre los préstamos “gota a gota” aparecen en sitios informativos de casi todo Sudamérica, apenas se googlea el término. En algunos casos, donde se refiere que la mano de obra vacante que ha quedado de carteles narco colombianos se ha esparcido en diferentes países haciendo circular el dinero del tráfico de drogas mediante préstamos. En otros, directamente relacionadas a hechos sangrientos. Todas coinciden en que no se trata de un sistema nuevo, sino que se consolidó en la década del 90 en Medellín, y luego se expandió rápidamente hacia todo Colombia, al calor del crecimiento de las fortunas de los carteles narcos.

La vida en Colombia es dura, según cuentan aquellos que han estado residiendo allí durante un tiempo y comparan con Argentina. En una ciudad como la capital Bogotá, por ejemplo, con más de 7 millones de habitantes, hay que trabajar de sol a sol, en condiciones que en Argentina se llama informalidad o trabajo en negro, para apenas subsistir. El destino que encuentran los jóvenes colombianos que se radican en Argentina es soñado, y así se puede observar en Paraná: en poco tiempo adquieren una casa de material con ambientes amplios y servicios, acceden a una moto o un auto, forman una familia y sus hijos podrán tener educación y salud públicas de calidad. Algo imposible en su país, donde el ascenso social no aparece en el horizonte de la mayoría de las familias.

El lado oscuro de esta búsqueda de hacerse la América, está en el capital inicial. Allí donde el narcotráfico está naturalizado, sobre todo en ciudades como Medellín, recibir dinero originado en ese negocio para tener un futuro mejor en otro país, es una opción para nada despreciable. Así comienza un viaje que para los colombianos de entre 20 y 30 años (casi todos solteros sin familias) implicará una nueva vida, y para los narcotraficantes es una forma más de acrecentar sus ganancias, así como de blanquear el dinero que les llega de regreso desde Argentina, con giros pequeños a través de un sistema lícito como Western Union.

¿Por qué no desarrollar este sistema en su país en lugar de arriesgar el dinero en una economía tan caótica como la Argentina? Una explicación razonable, según contó a ANÁLISIS un licenciado en Relaciones Internacionales que vivió un año y medio en Colombia, es que los colombianos son durísimos pagadores, en el rubro que sea. “Yo los he sufrido”, aseguró, y marcó la diferencia con la cultura de pago que hay en estas latitudes.

El lavado de activos de una actividad ilícita se produce, en rigor, ingresando el capital en un negocio en blanco. En este caso, los colombianos tienen mueblerías que no están registradas, pero les permitirían justificar sus ganancias, en apariencia modestas, cual almacenero de un barrio que no está inscripto. Lo extraño, que deberían preguntarse en la AFIP, es cómo subsisten tantas mueblerías y más aún en tiempos de crisis, cuando la compra de un mueble está entre los primeros gastos que se recorta en los gastos de un hogar. No obstante, para la venta de estos bienes también ofrecen el mismo sistema de pagos, lo cual los coloca en una situación de competencia mejor que los comercios habilitados, y por eso también les resulta un buen ingreso.

Según indicaron fuentes consultadas por ANÁLISIS, seguir el rastro del dinero para llegar al narcotraficante colombiano que financia a los prestamistas, es imposible. Reciben la plata y giran ganancias a través de Western Union, cuyas agencias no piden más que un documento de identidad o pasaporte. En Paraná hay 19 sucursales de la entidad de servicios financieros y muy frecuentemente se observa en sus ventanillas a los colombianos despachando el dinero. Los destinatarios pueden ser familiares o amigos, que no estarían bajo sospecha de la actividad narco, y solo hasta ese nombre puede llegar cualquier pesquisa.

Quien habló convencida de que el objetivo último es el lavado de dinero de los narcos colombianos fue la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich: "En conjunto con Colombia, Argentina se ha puesto a la vanguardia en la lucha contra el gota a gota, que tiene como objetivo atacar a personas vulnerables y blanquea el dinero para el narcotráfico”, afirmó, luego de la detención de 10 colombianos en Buenos Aires en una investigación de la Gendarmería Nacional.

 

Buenos vecinos

En el barrio La Floresta se ha visto que el mencionado prestamista llegó y se compró una casa a metros de calle República de Siria (dicen que se la vendieron más caro de lo que valía). “La reformaron entera a la casa, porque era una tapera, y ahora tienen camioneta, de todo”, contó una vecina asombrada, quien aseguró que “no se meten con nadie”. “Primero te dan 5.000 para probar, después 10.000, sin garantías, algunos pagan por día, otros por mes, como uno quiera”, agregó Sandra, sobre el colombiano prestamista que todos conocen y no pocos aprecian.

Un conocedor de la zona de la Terminal de Ómnibus de Paraná confió a ANÁLISIS que todas las noches observa a dos colombianos que llegan a cobrarles a los taxistas. Este prestamista, al parecer, pone alguna condición: “Yo le he pedido y no me dan porque me dijo que tengo que tener un negocio a la vista”, lamentó Mariano, y remarcó: “Son tranquilos, les prestan y prácticamente no les cobran interés, el otro día a uno le prestaron 3.000 y le tenía que devolver 3.600, en un mes”.

En el interior de la provincia se observan situaciones idénticas. En ciudades como Victoria o Colón, por ejemplo, son grupitos reducidos de personas y ya reconocidos por todos, que andan en los carritos de siempre cargando muebles y ofreciendo préstamos a tasas imperdibles, indicaron vecinos de estas localidades.

 

Negocios distintos

Entre los que han sido investigados en Entre Ríos, no se ha observado vínculos con ningún narcotraficante local. Se dedican exclusivamente a los préstamos y a mantener la fachada de las mueblerías y, para quedar fuera de cualquier posible investigación, se mantienen alejados de ese negocio que saben manejar mejor en su país. No obstante, hubo un caso menor en el  cual un colombiano quedó implicado en un caso de presunto narcomenudeo.

Fue a mediados de junio, cuando la Policía allanó un domicilio de la ciudad de Crespo en busca de armas de fuego. Una persona había denunciado haber sido amenazada a punta de pistola. El joven de 24 años dijo que iba caminando por barrio Del Rosario de esta localidad del departamento Paraná, cuando se le acercó un auto y sus ocupantes lo amenazaron con un arma. Señaló a personas que conocía y que la Policía venía investigando por venta de drogas. La Justicia ordenó la requisa domiciliaria en una vivienda donde se secuestró un revólver, municiones y también 31 envoltorios de cocaína, junto a otros elementos relacionados al comercio de drogas y dinero. Quedaron detenidos una joven de 19 años y su novio, un colombiano de 20 años, a quien le dictaron un mes de prisión preventiva en la cárcel y ahora está con arresto domiciliario con su familia colombiana en la ciudad de Viale, mientras se sustancia la causa judicial. Desde la comisaría de Crespo se aclaró que lo investigaban solo por narcomenudeo y que no se detectó que se haya dedicado a los préstamos.

Hace dos años, se allanaron dos domicilios en Paraná en el marco de una causa en la cual se investigaba a colombianos por estafas. Una víctima denunció a tres personas que andaban en la calle vendiendo muebles. Pero en ese caso le habían ofrecido calzado e indumentaria, con un pago por adelantado de 50.000 pesos, pero la mercadería nunca llegó al denunciante. Los allanamientos fueron en una vivienda de calle Cervantes al final y otra en inmediaciones de Rondeau y Don Bosco. Fueron identificados tres colombianos, a quienes les secuestraron documentación y celulares.

En la Policía provincial están convencidos de que se trata de una mafia y tienen la preocupación de saber quién financia a los prestamistas, que llegan con mucho dinero y no saben de dónde lo sacan, aunque tienen las obvias sospechas de cualquier persona, acerca de los carteles narco colombianos que eligieron esta vía para hacer circular sus ganancias. Además, como en algunos casos se han detectado estafas o situaciones de aprietes (casi nunca denunciadas), se dispuso la medida de identificar a todos los que se pudiera para tener un registro de quiénes son y dónde están residiendo.

“Como había muchas causas por estafas y por lo general estaban involucradas personas extranjeras, colombianos o gitanos, se los identificó y a los que estaban ilegales se comunicó a Migraciones, que los intimó para que regularicen la situación. Algunos se sintieron molestos pero no es que fuimos a la casa de cada uno, solamente se los identificó en la calle”, se explicó a ANÁLISIS. “La preocupación del Gobierno es saber quién los financia, porque nadie sabe nada”, se indicó.

“Hay unos 200, no detectamos ninguno con pedido de captura internacional, tenemos una terminal de Interpol, entonces chequeamos en esa base de datos”, aportó otra fuente policial. En este relevamiento, salvo en los Departamentos Islas y Uruguay, han detectado presencia de colombianos en todos los demás.

El año pasado, durante dos procedimientos ante situaciones irregulares detectadas en Paraná, se allanaron dos domicilios donde funcionan fábricas de muebles y se detectaron a seis colombianos y  un venezolano sin la documentación legal para permanecer en el país. Personal de la División Trata y de la Dirección Nacional de Migraciones los identificaron en un galpón de calle Almafuerte y Salellas y en otro local de Provincias Unidas y Barilari.

“No hemos tenido ninguna denuncia judicial o policial contra algún integrante de la comunidad colombiana por estafas, estamos en el contralor, para saber dónde están ubicados, qué están haciendo”, refirieron desde la División Delitos Económicos.

La única certeza acerca del trasfondo de la actividad de estos nuevos inmigrantes es que ellos jamás aportarán información alguna para que esto se sepa. Y la razón de este pacto de no delación a sus compatriotas está en sus familias que esperan las remesas todas las semanas y en la vida digna que encuentran aquí y no piensan abandonar.

Deportes

Marcos Senesi

El entrerriano Marcos Senesi es el defensor más ofensivo en la Premier League de Inglaterra.

Sionista

Sionista recibirá a Atlético Tala en un encuentro clave en el marco de la Conferencia Litoral de la Liga Federal.

Frigerio

El gobernador Rogelio Frigerio visitó a los bicampeones Panamericanos de sóftbol.

Cainchi

El paranaense Daniel Aquino se prepara para pelear en pocos días más en Toronto, Canadá.

Jabes

El ramirense Jabes Saralegui es candidato a estar desde el inicio en Boca para jugar el Superclásico ante Boca.

Pato Fillol

El "Pato" Fillol recuperó los objetos que le habían robado, entre ellos, la medalla de Argentina 1978.

Fútbol: el sábado comenzará la tercera fecha de la Liga Paranaense en Primera A

Tras la suspensión por lluvia, entre sábado y miércoles se disputará la tercera jornada.

“Dibu” Martínez atejó dos penales en Francia y se lució para el festejo de Aston Villa

El arquero de la selección argentina se destacó ante Lille en medio de un clima hostil.

Copa Argentina: Juventud Unida de San Luis avanzó y será rival de Independiente

El equipo puntano venció por penales a Deportivo Maipú, para meterse en los 16avos de final.

Opinión

Por Hernán Rausch (*)
Por Carlos Pagni (*)
Por Ladislao Uzín Olleros (*)
Por Nahuel Maciel  
Para los problemas ambientales y sociales de Gualeguaychú, el gabinete provincial no funciona y el Municipio lo acompaña.

Para los problemas ambientales y sociales de Gualeguaychú, el gabinete provincial no funciona y el Municipio lo acompaña.

Cultura

La agenda se desarrollará entre el 23 y el 26 de abril.

La cita es este domingo a las 20 en Casa Boulevard/Sala Metamorfosis.

La cita es en el aula Bari de la Universidad de Concepción del Uruguay.