El propietario de una histórica agencia de viajes de Paraná, Edgardo López Osuna, se refirió a la situación del sector en el contexto de la pandemia.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), López Osuna explicó que “en Paraná hay algunas empresas de turismo receptivo, que son aquellas que reciben al pasajero que viene de otras ciudades a disfrutar de la ciudad y ese turismo está totalmente en cero, anulado, por el tema de la pandemia, y por otra parte, agencias como la nuestra de turismo emisivo que produce ventas de paranaenses que viajan a otros puntos del país y del mundo”. “Ese turismo ya venía golpeado desde el año pasado y cerca de fin de año pusieron un impuesto del 30% al turismo que fue la primer caída a la lona, y ya en marzo cuando dejaron de funcionar los vuelos directamente se cayó a cero actividad”, afirmó.

Marcó que “el turismo no se compra de un momento a otro como si fuera un par de zapatos, el turismo se programa, lleva tiempo, nadie va a tomar un tour a España o Italia y lo va a comprar cinco días antes, muchas veces se decide hasta un año antes; y hoy pensar en hacer turismo de la misma forma en que lo hacíamos seis meses atrás es una utopía, primero porque no hay ánimo en la gente y no creo que haya mercado”.

Diferenció que “por el lado de la oferta, el turismo puede estar pero lo que no estará todavía será la demanda, la gente no está en condiciones psicológicas de volver a pensar en la libertad espiritual que implica un viaje y ni hablar de las condiciones económicas”.

En tal sentido, contó que en la agencia “somos cuatro familias y el último ingreso lo tuvimos en marzo, y ahora a los empleados el Estado le dio en tres meses 17.000 pesos así que la situación del sector es realmente desesperante, y eso que somos una empresa muy antigua, consolidada y con una gran clientela”. Al respecto, recordó que “que el 7 de marzo de 1961 se habilitó la empresa así que en marzo del año que viene cumple 60 años, la inició Amanda Verseñazzi que fue la primera que hizo turismo en Paraná”.

Consultado por aquellos viajeros que tenían viajes contratados y no pudieron concretarlos por la pandemia, López Osuna sostuvo que “todo dependerá de la arista económica y el deseo del pasajero, porque ya hay clientes que no quieren viajar; y depende de la operatoria que tome la compañía aérea será la misma que tome Paraná Tour”. “Si una compañía aérea nos reintegra el dinero abonado por nosotros para el cliente, ese dinero se le reintegrará al pasajero, por el momento las empresas lo que ofrecen son reprogramaciones, no devoluciones y por ahora estamos en la misma tónica”, afirmó.

Sostuvo que en la agencia “generalmente se venden salidas grupales con lo cual son montos importantes de dinero, y no podemos solventar la devolución de semejante monto para todos los pasajeros”.

Asimismo, dijo que “los cielos en Argentina seguirán cerrados hasta septiembre y nadie saldrá hacia el exterior, especialmente desde Buenos Aires, aunque después de ese mes hay varias posibilidades” y en cuanto a la situación de las empresas opinó que “las compañías aéreas son grandes empresas recaudadoras de mucho dinero previo, porque la gente paga el pasaje varios meses antes, es decir que hoy están teniendo dinero de gente que ni siquiera aun hubiera volado y esa masa de dinero es muy grande y lo necesitan para su operatoria diaria. Por eso, si no vienen salvatajes de los Estados, quedará el tendal de empresas aéreas”.

En cuanto al futuro de la actividad y una posible reactivación, mencionó que “hoy se puede entrar en las páginas de reservas de vuelos y se consiguen vuelos a Europa por 600 o 700 dólares, cuando el año pasado estaba al doble, aunque no sé qué riesgos se corren haciendo reservas de vuelos hoy, pero están mucho más económicos que hace un año”.

“También seguramente los propios operadores de cada destino armarán sus promociones para vender sus ofertas, porque por ejemplo un destino como Iguazú si no hacen promociones bajando los precios del ingreso a Cataratas, de los hoteles, de los comedores, quedará caro el destino y no será atractivo para el mercado”, estimó.

“Hay que agudizar la viveza, la inteligencia y tratar de captar el escaso mercado que va a quedar; creo que esa va a ser la alternativa”, concluyó.