A un mes de la muerte de Luciano Álvarez, Leonardo Álvarez y Miguel Aguirre en una vivienda de Bajada Grande en Paraná, se realizó en la mañana de este martes una marcha desde la Catedral y hacia Tribunales para pedir justicia.

Tras el crimen de los tres jóvenes, Oscar Siboldi y sus hijos Brian y Alexis quedaron detenidos con prisión preventiva, imputados por homicidio agravado. A un mes del crimen, familiares y amigos realizaron una movilización para reclamar justicia.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Tamara García, pareja de Álvarez, contó que con la marcha “se pide justicia, porque el 14 de julio se le termina la prisión preventiva de Alexis y Brian Siboldi y estamos reclamando que no los larguen porque ellos están tan implicados como el padre y son todos culpables”.

Respecto del desarrollo de la investigación, contó: “Nuestros abogados dicen que la causa se está llevando bastante bien, aunque ahora no hay tantos testigos como había ese día, y hay solo tres detenidos cuando debería haber más porque son varias las personas que estaban en la casa”.

“No sabemos mucho más de la causa, se está investigando todavía y se están llevando a cabo pericias que todavía no tienen ningún resultado”, resumió.

Consultada por la situación en el barrio, afirmó: “Mientras nosotros tratamos de seguir adelante como podemos, sin las personas que nos arrebataron; la familia de ellos se pasea como si nada en Bajada, custodiados las 24 horas del día, y haciendo lo mismo que hacían cuando estaba el padre”. “Ese lugar donde ocurrió el hecho no debería estar habitado por ninguna persona y sin embargo están haciendo el mismo rejuntadero (sic) que hacían antes cuando ocurrió esta masacre que hizo este asesino de Siboldi y sus hijos”, señaló.

En cuanto al planteo de la defensa de Siboldi que argumentó una pelea en el marco de las muertes, García sostuvo que “a nuestras parejas no se les encontró nada y que no fue como ellos dijeron, que no hubo ninguna pelea y ellos fueron los asesinos”.

“Los familiares marchamos a Tribunales para pedir Justicia para que no se vaya a largar a estos dos asesinos y que cometan el mismo error que hicieron con el padre, cuando lo largaron por el homicidio de Farías. Estaba libre y sin pulsera y no tenía por qué estar en su casa si había matado a una persona, y se paseaba por todos lados, gozando de su libertad siendo un asesino”, concluyó.