La jueza de Ejecución de Penas de Paraná, Cecilia Bértora, brindo detalles del trabajo que se realiza con los internos de las cárceles entrerrianas en el contexto de aislamiento por la pandemia y ante las solicitudes para lograr libertades condicionales o domiciliarias.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Bértora comentó que tras el aislamiento por la pandemia “se fueron atendiendo las situaciones que se fueron presentando, que fueron variando” y afirmó que “en un primer momento se presentó una catarata de pedidos, alrededor de 100 en menos de una semana, pidiendo determinadas cuestiones como adelantar la salida de los internos con distintos sistemas”.

Como ejemplo, mencionó que “uno de los pedidos fue que todos los que tenían salidas socio-familiares o socio-laborales no regresaran a la Unidad Penal” a lo cual explicó que “la cuestión quedó clausurada porque no hay ningún dispositivo legal que permita hacer eso, no hay como resolverlo legalmente y la cuestión quedó zanjada enseguida determinando que los internos debían volver”.

“Además había muchos que no estaba corroborado el domicilio, otros que no se sabía a qué domicilio iban a ir, porque parece todo muy fácil pero hay internos que salen con la condición de que los reciben determinada cantidad de horas pero no a dormir, o los reciben para la salida pero no los recibirían para una libertad condicional. Es distinto recibir en su casa a una persona una vez por semana, determinada cantidad de horas, que tenerlo a vivir. De todos modos, lo más importante es que desde lo legal no había ninguna posibilidad de sostenerlo”, explicitó.

Agregó que “también se hicieron cataratas de pedidos de libertades condicionales, pero no se hizo lugar a casi ninguno de esos pedidos” aunque aclaró que “sí se aceleró el trámite de todos aquellos que ya tenían solicitada la libertad condicional o con algunos informes ya realizados, o los que sí tienen realmente la posibilidad de una libertad condicional, se está tratando de urgir todo eso para que, si les corresponde, de acuerdo a los parámetros normales que se analizan siempre, se le otorgará la libertad condicional”.

Apuntó que “sobre un mismo interno se realizaron tres o cuatro pedidos, solicitando diversas cuestiones, con lo cual se ha rechazado una multiplicidad de solicitudes” y apuntó que “sobre unos 500 internos se rechazaron unos 1.000 o 1.500 pedidos, porque sobre el mismo expediente se pidieron varias cosas diferentes, con lo cual la cantidad de trabajo que tenemos es exorbitante”.

Por otra parte, informó que “en el Juzgado de Ejecución de Penas no se suspende ningún plazo, sí se suspenden algunos trámites porque no tienen mucho sentido, como las salidas socio-familiares porque no se pueden cumplimentar con el aislamiento”.

De todos modos, sostuvo: “Nos dedicamos pura y exclusivamente a tramitar prisiones domiciliarias, libertad condicional y libertad asistida” y agregó que “ni siquiera se están haciendo traslados de urgencia, no se lleva a los internos para ver familiares internados ni asistir a velorios, porque es estricta la cuestión del aislamiento, se ha tomado muy seriamente desde el Poder Judicial que ha dispuesto que todo contacto con los internos en las Unidades Penales –sea en la parte de la ejecución de la pena como en la cuestión de la investigación penal, juicios y demás- se haga a través de videollamadas, y a la Unidad Penal no entra ningún funcionario judicial, ningún funcionario de ningún tipo por ningún motivo. No entran ni salen los internos ni tampoco ingresa nadie a la Unidad Penal”.

Respecto de las medidas de prevención en las cárceles, Bértora aseguró que “desde el primer día se establecieron normas de cuidado tanto para los penitenciarios como para los internos, medidas de seguridad para tomar la temperatura y otras medidas que se cumplen de manera muy estricta y que están dando resultados porque no hay ningún interno en ninguna cárcel de la provincia que esté infectado”.

En otro orden de temas en relación con las domiciliarias otorgadas a detenidos por delitos graves, como abuso sexual, confirmó que “se dispusieron cuatro domiciliarias para personas que superan los 70 años, pero analizando al sujeto y a su contexto” y aclaró que “en estos casos de adultos mayores se convocó a la familia, tanto a la esposa como a los hijos, a quienes se les hizo hacer un compromiso por escrito de que en el domicilio donde se iba a radicar el beneficiario de la domiciliaria no habría menores y que no asistieran menores de edad ni personas discapacitadas, con cualquier grado de discapacidad física o mental, entre otras normas de conducta”.

“Esto fue un trabajo que se hizo por fuera de lo que se hace siempre, porque no se puede confiar muchas veces que el compromiso del interno y su firmante por sí solo funcionen; por algo se dio el delito sexual en ese contexto familiar específico, con lo cual se hace un compromiso por escrito donde se les explican las normas de conducta y se les explica que en caso de no cumplirlo son pasibles de una investigación por desobediencia judicial. Los hacemos partícipes del proceso, no puedo asegurar que esto funcione pero es un elemento más.

“También nos comunicamos con las víctimas o familias de las víctimas, se les explicó la resolución y están habilitadas para denunciar cualquier tipo de incumplimiento a las normas de conducta y/o al aislamiento”, acotó.

Reveló que también hubo pedidos en el Juzgado de Ejecución de Gualeguaychú, a cargo de Carlos Rossi.

Finalmente, mencionó el caso de la prisión domiciliaria otorgada a Ramón Cristian Gabriel “Toro” Pagliaruzza, condenado en 2009 a 14 años de prisión por el homicidio de la policía Silvia Depardón y sostuvo que “es un interno que dentro del contexto de encierro anduvo muy bien y también cuando comenzó a salir hizo un muy buen proceso”.

Ante ello, apuntó que “se le vence la pena en un mes, el 16 de mayo, por lo cual antes del aislamiento estaba saliendo a su domicilio con una cantidad de horas bastante generosa, que se lo fue ganando porque comenzó con dos horas cada 15 días hace unos cinco años, y fue incrementando la cantidad de horas porque hizo un proceso muy productivo”.

También reveló que “en estas situaciones de huelga de hambre que hubo hace unos 15 o 20 días, Pagliaruzza se constituyó como un referente positivo, calmando los ánimos y trabajando para aceptar la situación que se planteaba y demás, cuestiones que son valoradas por nosotros porque no es lo mismo alguien que pude controlar impulsos y resistir la frustración, que otras personas que tienen u  problema emocional y hacen pedidos fuertemente, buscando recursos por todos lados, y complicando la situación, incluso la propia”.