Griselda Bordeira, condenada en la causa denominada Narcomunicipio, dialogó con Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) acerca de cómo vivió este año bajo arresto domiciliario, de las personas que la acompañaron, de quienes se alejaron y las expectativas que tiene de cara a la instancia de Casación el próximo 11 de diciembre.

“Sigo sosteniendo que del delito que se nos condenó, tanto con Pablo como Sergio, somos inocentes”, aseguró la expolicía y exsecretaria de Seguridad de la Municipalidad de Paraná.

“Más allá del beneficio de poder estar en tu casa y con tu familia, es un año difícil para todos. Imaginate que te despertás y estas privada de tu libertad. Es limitada en lo familiar, laboral, en lo económico, en lo social, en la vida en general. Es muy difícil. No hay comparación con estar en el penal, no hay nada en el mundo que se pueda comparar con eso”, aseguró, y agregó: “Elaboro alimentos, me sirve para la cuestión terapéutica y para poder ayudar a mi familia en la cuestión económica”.

Consultada sobre si considera que la dejaron sola frente a la causa judicial, dijo: “No me soltaron la mano porque no cometí ningún delito, si vamos a la cuestión humana hay muchos militantes de la Unión Cívica Radical (UCR) que yo no esperaba que tuvieron buenos gestos y hay muchos dirigentes de la UCR que esperábamos con Pablo un poco más de solidaridad, de acciones humanas que no se han dado. Lo corro a Sergio porque tiene una realidad distinta, familiar y económica”.

“Es cierto también que algunos se pueden molestar por lo que digo, que esa suerte que tuvo Sergio de lograr ese beneficio laboral y ese contrato político, nosotros no lo hemos tenido. A mí ninguno de los amigos que saben cuál es la verdad, cuál es la realidad y que tal vez tuvieron mucha más participación en determinadas decisiones que yo y que saben que somos inocentes, no han tenido ese gesto. Es la realidad. Nada tiene que ver con la cuestión judicial en la que sigo insistiendo que somos inocentes”, apuntó.

En tanto, sobre la forma en la cual sobrelleva este momento entre la condena y la instancia de revisión del fallo, contó: “He tenido una situación desafortunada con ambos, que nada tiene que ver con la causa, entonces tengo la relación justa. Mi familia también me lo pide. Saben la necesidad que tenemos Pablo y yo, los abogados nos cuestan mucho para nosotros que no somos narcotraficantes. Necesitamos a los abogados para recuperar nuestra vida, necesitamos demostrar nuestra inocencia, no tenemos vida. Incluso, si se hiciera Justicia, que yo tengo la esperanza, va a costar mucho recuperar nuestra vida, nos arruinaron la vida con esto”.

Asimismo, señaló quién le dijo claramente que no iba a ayudarla: “Yo no creo que nadie que nos conoce y sabe en qué situación estamos tenga dudas de cuáles son nuestras necesidades. Acevedo fue muy clara conmigo, me dijo que nunca pensó en ayudarme, que nunca tuvo la intención de ayudarme. Por lo menso fue sincera”. Pero a la vez aclaró: “Acevedo no es la voz de Sergio, que muchas personas se atribuyan hablar en su nombre es otra historia”.

Respecto de su relación con la hija de Varisco, contó: “Hace mucho tiempo que no hablo con Lucía, cuando nos dieron el beneficio de estar acá mi mamá estuvo muy enferma, no estábamos en condiciones de poder afrontar todos los gastos y le pedí ayuda a algunos amigos, algunos se ofendieron y no me hablaron nunca más, Lucía fue una de las personas que se ofendió y no pude hablar más. Entiendo su situación, hay que estar en su lugar de una única hija que tuvo que atravesar una tremenda injusticia por parte de su papá, pero nosotros tenemos familia y tenemos que soportar esa injusticia y estamos un poco más limitados”.

Luego, se refirió al actual concejal Walter Rolandelli y a la situación con el exconcejal Emanuel Gainza: “Mi mayor reclamo hacia Walter era porque se fue con Emanuel, la persona que sabe que somos inocentes pero tuvo la suerte que nosotros no tuvimos, porque evidentemente tuvo contactos que nosotros no tuvimos. Explíquenme por qué con las mismas imputaciones que me hicieron a mí, con el agravante en su caso que Lemos en la causa dijo que le llevó tanto a Gainza y que él le pagó tanto. Gainza debe ser inocente como nosotros, pero ante la misma imputación con más agravantes porque el reseteó el aparato telefónico y Lemos se comunicó con él, porque entró una puerta y salió por la otra ¿cuál es la diferencia con nosotros?”

En cuanto a las pruebas que fueron valoradas para condenarla, dijo: “No hay un sólo elemento que no sea el testimonio de Luciana Lemos, no entiendo cómo la Justicia le creyó. La única imputada que se le encuentra la droga, las conversaciones con Celis son contundentes. Ella no era una víctima, era parte del negocio, se beneficiaba con el negocio. Ellos tenían una relación normal, que no desconocía lo que estaba haciendo. Confiaba en el Tribunal Oral, pero fíjese cómo condena, porque nos llevan como financistas, yo quiero que me expliquen en qué parte del juicio se nos posicionó como vendedores, en qué parte Bordeira que no tomaba las decisiones ¿dónde está mi participación en el acuerdo político?”.

“Yo confió mucho en el trabajo de mis abogados, tengo otro abogado para Casación y me hizo ese planteo José Ostolaza. Me dijo que si hubiese tenido mi defensa, era otro el camino sobre todo posado en las responsabilidades de las funciones. La Justicia entiende que actuaba como filtro entre Varisco y el resto, es cierto, era mi función con Celis y miles de personas que iban al municipio, esa era mi función ¿Quién lo iba a atender a Celis si no había nadie? Había días que iba de forma pacífica y otras que no. Esa era mi función, pero eso no involucra en el negocio del narcotráfico. Eso no lo hizo sola Lemos, alguien la ayudó. Más tarde o más temprano se sabe, porque en la entrevista que hizo con ustedes Lemos, desnuda cómo mintió sistemáticamente en Tribunales”.

En este sentido, agregó: “Ni Rivero ni nosotros sabíamos de la actividad ilícita de Celis, a Rivero la Justicia le creyó porque se fue absuelto y para la Justicia él era la columna vertebral de la causa, era el que prestó la logística y después resultó inocente ¿A quién le creemos, o cuál es la vara?”.

Pese la situación en la que se encuentra, asegura que no está sola, por el contrario ha contado con mucho apoyo: “No sé si vale la pena de los que me dieron la espalda. Tengo amigos de muchos años que no me han abandonado y para sorpresa mía, la policía es particular porque si hay una persona que comete un delito, el funcionario policial automáticamente lo aparta. Yo no tengo esa sensación. A diferencia de algunos jefes que tratan de no acercarse a nosotros por la exposición, la mayoría de mis compañeros se han acercado y ayudado, han colaborado conmigo, me alientan. Fueron a verme al penal. Mis compañeras de hace 20 años son las que más me alientan, los últimos chicos me dicen que no podemos ir a verte porque nos van a perseguir, pero eso también me da aliento, a diferencia de algún imbécil que no lo considero policía y que hizo alguna apreciación, yo no siento el abandono ni la condena social, la gente me alienta y ellos saben la verdad, dicen que somos unos perejiles, pueden decirnos irresponsables, puede haber un reproche moral, una condena diferente contra Varisco, pero condenarnos por un delito tan grave como el narcotráfico, hay una diferencia enorme”, describió Bordeira.

Por último, sobre si tenía algún mensaje para el exintendente, la exfuncionaria dijo: “No tengo nada que decirle a Varisco. Acevedo no le puedo dar entidad, no son más pareja ellos. Yo tengo un respeto muy grande a Sergio, por su militancia, tengo la escuela de su viejo. Creo que mi único consejo a Sergio es que revea su entorno, creo que a Sergio el entorno no lo cuida. Se sigue relacionando con un montón de gente que lo separó de mucha gente que lo quiere bien, que no le hacía daño y no lo exprimía políticamente. Hay gente que le hizo mal, que se aprovechó de sus debilidades. Sergio está enfermo, hoy entró en desgracia y hay mucha gente que se apartó de él”.