La Policía debió intervenir para que los ciudadanos garanticen la distancia establecida en los protocolos.
Los bancos están cerrados para la atención al público. Sin embargo, un viernes de pago generó que se produzcan largas filas en distintas sedes bancarias de la ciudad de Paraná. Ni la lluvia ni la cuarentena impidieron que los ciudadanos copen los cajeros automáticos en busca de percibir sus haberes y pensiones.
Esto complicó el protocolo de prevención en el marco del aislamiento obligatorio impuesto por el gobierno nacional para evitar la propagación del coronavirus. Si bien las entidades dispusieron personal para la higienización de los cajeros automáticos, la situación se desbordó en momentos donde las precipitaciones dejaban de ser lloviznas para ser chaparrones intensos.
Por ejemplo, en los cajeros automáticos del Banco de Entre Ríos de calle Monte Caseros la lluvia generó que sean muchos los ciudadanos que ingresen a la fila en espiral que hay dentro de la sede. En un local de no más de 15 metros de frente, hubo por momentos más de 20 personas en el interior.
También hubo extensas filas en los cajeros automáticos de Avenida Ramírez -casi Don Bosco-. donde principalmente acuden jubilados y jubiladas entrerrianas. Algo similar ocurrió en la sede del Banco de Entre Ríos de calle Gualeguaychú.
En el caso del Banco Nación, según observó ANÁLISIS, había un claro incumplimiento en la distancia entre persona y persona en las filas. Fue justamente la intervención de la Policía de Entre Ríos la que permitió que se respeten el metro y medio que debe separar a todo ciudadano. "Cuidemosnos entre todos, los acompañantes separensé de las filas, no es necesario estar tan juntos", expresaba la funcionaria mientras recorría la fila.
En el Nación se generaron dos filas: una desde el cajero que está sobre peatonal San Martín y otro desde el local externo que da a calle España.