Por primera vez y durante casi una hora, Mauricio Macri se reunió a solas con el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Fue el primer mano a mano que ambos mantuvieron, más allá de algunos encuentros circunstanciales que se habían producido en momentos de campaña.
El ex presidente asoma como el futuro titular del PRO a nivel nacional mediante un proceso que se dará en marzo. Por ello, también durante el mediodía, mantuvo contactos con otros referentes de su partido.
Pero el encuentro con el gobernador de Santa Fe no se circunscribió a la cuestión partidaria, aunque tangencialmente hablaron de la participación que el PRO -en términos de cargos políticos- está teniendo en la gestión. Pullaro tiene afinidad con Martín Lousteau, y había estado reunido el 1° de febrero en Rosario junto a todo su gabinete con Horacio Rodríguez Larreta, adversario interno de Macri. Y responde a ese mismo sector, su vicegobernadora Gisela Scaglia. El PRO provincial, de hecho, tendrá su propio proceso de renovación de autoridades en agosto. Pero no fue ése, como se dijo y según pudo saber El Litoral, el tema excluyente y central del encuentro.
A pedido
La charla estuvo promovida por Macri; fue él quien invitó a conversar al gobernador de Santa Fe "para conocerlo". El mandatario provincial describió su gestión; las medidas adoptadas en términos económicos y financieros, y las fortalezas que tiene el territorio por su perfil productivo. Y así la conversación derivó indefectiblemente en la discusión suscitada por el tratamiento de la Ley Bases. Después de que la norma fracasara en el Congreso, Pullaro quedó apuntado por la gestión de Javier Milei como parte del universo de mandatarios y legisladores a los que tildaron de "traidores". Pero el gobernador ratificó ante Macri lo que había dicho públicamente; enfatizó que comparte en buena medida con el presidente las propuestas de cambio que impulsa, aunque no las formas. Macri insistió en la necesidad de contar con la ley, y el gobernador mostró predisposición para rediscutirla pero con límites y -como ya lo había dicho en otras oportunidades- sin avasallar a la producción y a la industria. Los hechos demostrarán si el accionar de Macri se inscribe en el eventual rol de articulador o interlocutor del gobierno, o en el intento por exhibir un perfil más dialoguista que hasta aquí no se ha encontrado en la Casa Rosada.
Fuente y foto. El Litoral