Los 3,9 millones que ingresan al mes a la provincia producto de las remesas que envía la Nación en concepto de Fondo de Incentivo Docente podrían dejar de llegar en abril próximo, cuando termine de saldarse la deuda con los docentes, pactada en 12 cuotas, entre abril de este año y abril de 2005.

Oficialmente, la vigencia del incentivo, creado por la Ley 25.053 de 2000 forzada por la instalación de la Carpa Blanca durante más de 1.000 días en Capital Federal, expiró en diciembre de 2003 al quedarse sin financiamiento. Ahora, lo que están cobrando los maestros es una deuda acumulada desde 2001.

Lo cual significa que dentro de un año cada docente entrerriano perderá un tercio de su ingreso si antes no hay una recomposición de sueldos a nivel provincial o el Congreso Nacional no encuentra una vía alternativa de financiamiento para sostenerlo. No es poco lo que se perdería: un maestro de cargo inicial, con un salario de 360 pesos, cobra por Incentivo 135 pesos.

Por eso, según dijo Gabriel Perotti, secretario gremial de AGMER, la necesidad de que haya prontamente una decisión oficial del Gobierno respecto del salario de los maestros que, hasta ahora, no se vislumbra. “Tal como están dadas las cosas, las expectativas con las que llegamos al congreso del viernes 30 son iguales o peores a las que había a principios de año”, señaló. Uno de los puntos que deberá abordar el congreso provincial es la permanencia o no del gremio en el seno de la mesa de diálogo. “Tal como están dadas las cosas, muchos compañeros no ven razón de permanecer”, señaló Perotti.