
El hecho "ya era conocido entre amistades y familiares", debido a que el denunciado habría admitido oportunamente su responsabilidad, pero nunca hubo una denuncia formal desde la familia. "Ahora quiero que el hecho tome estado público, porque a la etiqueta la voy a llevar siempre, mientras que él sigue su vida como un señor", dijo una de las demandantes cuando el hecho tomó estado público.
Los denunciantes de este tipo de hechos están amparados -desde 2011- por la modificación del Código Penal que amplía los plazos de prescripción de los delitos contra la integridad sexual de los menores de edad.
Esta actualización es conocida como la Ley Piazza (ya que fue impulsada por el conocido diseñador) y puntualmente establece que los tiempos de caducidad de estos delitos recién comienzan a correr, una vez que la persona abusada cumple la mayoría de los 18 años de edad. Porque se entiende que a partir de allí la víctima llega a la maduración y puede tener la valentía de contar si padeció un abuso de un mayor.
El acusado es un hombre de 62 años de edad, quien según la denuncia aprovechaba cuando las sobrinas iban de visita y abusaba de ellas, consignó Diario Río Uruguay.
El acusado es defendido por Jorge Romero, quien había solicitado el cambio de calificación y el pedido de prescripción de los delitos, cosas que fueron rechazadas por el juez Darío Perroud.