Enzo Leonardo Noce anunció, a sus 36 años, que dejará de jugar al fútbol profesionalmente. Desmotivado y lesionado, se volvió de Santa Fe esta semana, donde jugaba en Unión por un contrato que lo ligaba hasta 2006, a la ciudad de La Plata y dijo que no iba más. Allí, en la vecina orilla, era suplente de Leandro Evangelisti. Noce tiene una carrera de 16 años, de los que pasó 14 en Gimnasia y Esgrima La Plata, donde se convirtió en un ícono. En este lapso, sólo estuvo una temporada en Banfield.

Con 330 partidos jugados se ha convertido en uno de los símbolos del arco platense.

“Sí, se terminó. Fueron 16 años de carrera y se dieron un montón de cosas para que decidiera dejar el fútbol. El primer contrato como profesional lo hice el 1º de enero del ‘90. Ahora quiero empezar otras cosas”, le dijo al diario platense Hoy, ante quien justificó su decisión al decir que tuvo “una lesión y ya nada fue igual. Estando en Unión me desgarré el gemelo derecho y estuve tres semanas haciendo la recuperación, pero sin volver a La Plata porque no podía manejar. No jugaba ni estaba con mi familia. Fue interminable. Estaba luchando solo. Y la verdad que ya no estaba con ganas”.

También contó que en la decisión hubo un momento clave: “El jueves (de la semana pasada) jugamos en Mendoza y tuvimos el fin de semana libre. Me vine a La Plata porque extrañaba. La familia es todo para mí. Por algo nunca me fui de la ciudad. La verdad, me costó mucho irme. Y cuando llegué a Santa Fe nada fue igual. No era lo mismo. Por eso hablé con Oscar Craviotto y con algunos compañeros como Bazán Vera y Mosset para explicarles la decisión”.

Noce dijo que Santa Fe le pidieron que “vuelva”. “No querían rescindirme el contrato, pero el martes voy a ir para firmar todo. Craviotto me entendió, pero no comparte la decisión. La verdad es que ya no estaba con ganas y tengo un contrato importante en Unión. No me parecía correcto estar cobrando y sin jugar, porque ahora Leandro Evangelisti está atajando bien y yo era suplente. Era deshonesto. Ellos quieren que vuelva, pero esto no es un juego y si no estás bien no tenés que cobrar un peso”, dijo.

“De la cabeza no estaba para seguir jugando”, sostuvo y agregó que quería “dejar el fútbol antes de que el fútbol me deje a mí. Porque si en diciembre me volvía de Santa Fe y no tenía ofertas, hubiese sido más difícil. Ya no me alcanzaba para superar a Leandro y todo se empezó a oscurecer”.

En cuanto a su futuro ratificó que “no hay más nada. No juego más. No me parece ético irme de Unión y jugar después en otro club”.

Ahora piensa dedicarse a descansar y disfrutar de su familia. Para más adelante sueña con ser entrenador. “También soy martillero público desde hace diez años y nunca ejercí”, agregó.