En el marco del Campeonato Argentino de Básquet Femenino en la rama juvenil, ayer se disputó la final del torneo donde se enfrentaron Entre Ríos y Buenos Aires. El título quedó en manos de las bonaerenses que ganaron la final por 50 a 44. Al final del juego se produjeron incidentes porque las jugadoras y dirigentes de nuestra provincia le recriminaron a los árbitros por un triple que había mal anulado.
La sed de revancha se hizo sentir en el estadio Luis Butta. Como en la primera fase, los seleccionados juveniles de Entre Ríos y Buenos se enfrentaron pero, esta vez, por un motivo diferente, el título de campeón que quedó en manos de las visitantes por 50-44. A 30 años del último certamen de este tipo jugado en Paraná, el representativo entrerriano tuvo que conformarse sólo con el segundo lugar como en 1975.
Igual que en el primer enfrentamiento, fueron las bonaerenses quienes se adueñaron del tanteador. Si bien, no fue un comienzo de lo mejor, en cuanto al nivel de juego, a las dirigidas por Díaz les alcanzó para, rápidamente, obtener una buena diferencia (11-2). Las Verdes navegaron durante todo el primer cuarto por un mar de incertidumbre que se vio reflejado a la hora de tomar las decisiones para anotar. El pobre 27 por ciento (tiraron para 26 puntos y anotaron 7) de efectividad con el que cerraron el primer chico lo dijo todo.
Los segundos 10’ minutos, mostraron una leve, pero solo leve mejoría en un Entre Ríos que logró achicar la diferencia. Los errores en Buenos Aires (7 pérdidas) fueron aprovechados por las locales que con un par de puntos de Calandra y la buena tarea defensiva de Fontana (4 rebotes) se fueron al descanso largo a tan solo 2 unidades (17-19).
En el tercer parcial, Fontana siguió creciendo en su juego y sus 10 puntos (4/5 de dos y 2/3 desde la línea) fueron más que importantes para que las orientadas por Gómez sigan esperanzadas en revertir la historia. Sin embargo la visita siempre contó con alguien para mantener una pequeña ventaja. Pero esto duró hasta que el tablero marcó 7’ 41”, cuando Entre Ríos pudo igualar en 34, según indica el informe de Uno.
La mala anulación de un triple anotado por Priscila Ramírez a poco del final hubiese dejado a las entrerrianas 45-47. Buenos Aires, aprovecho el momento y sentenció todo a su favor. Todo quedó empañado por los incidentes.
Los incidentes del cierre
Apenas terminó el encuentro, algunos simpatizantes y las jugadoras fueron a increpar a los árbitros y a la mesa de control. El enojo de la gente derivó porque no cobraron el triple de Priscila Ramírez sobre la chicharra y que dejaba a la Selección de Entre Ríos a dos puntos a falta de 2 minutos.
Los árbitros debieron abandonar el estadio, luego de permanecer hostigados por varios simpatizantes que le recriminaban el fallo, escoltados por la Policía. Un hecho que no pasó a mayores porque algunos dirigentes controlaron la situación.
El partido fue dirigido por tres árbitros, y la confusión dentro de la cancha cuando la pelota quemó las redes, fue generalizada. Uno de los árbitros, Hugo Ludueña, miró a la mesa de control y no convalidó el gol. Pero Sergio Russo y Gisela Durruty se miraron y ninguno tomó decisión. Lo cierto es que la mesa de control dio por cerrado el tema y el triple no valió.
La gran pregunta es: ¿Por qué una final entre Buenos Aires y Entre Ríos tuvo un árbitro bonaerense?
Más allá de la capacidad o no que pueda tener el juez, su presencia genera suspicacia y obviamente un fallo como el de anoche puede derivar en reproches e incidentes de este tipo. Claro, este es un llamado de atención es para la Federación Argentina que en definitiva toma la decisión.
Los resultados en los otros juegos
Capital Federal venció 67 a 44 y se quedó con el tercer puesto, mientras que Mendoza derrotó a Chubut por 53 a 48 y quedó quinto.