La Asamblea Ciudadana Vecinalista de Paraná reiteró ante funcionarios municipales los reclamos por las repetidas faltas en el servicio de transporte público de pasajeros en la capital entrerriana. En un encuentro cara a cara con los responsables pidieron que el intendente Adán Bahl se ponga a la cabeza de las soluciones que no tienen eco desde que asumió en su cargo. Desde la comuna entienden que tienen la manos atadas por el contrato firmado;  los asambleístas que hay sobradas razones para rescindirlo y que hasta tienen un año de gracia para regularizar la prestación.

“Por favor que esto termine”, dijo a ERA Verde la vecinalista Alicia Glauser, quien explicó que la falta de un servicio adecuado ha generado una “gran contaminación” porque ha derivado en una mayor densidad del parque automotor circulando.

Con el tema central del transporte público de pasajeros en la capital provincial, la Asamblea Ciudadana Vecinalista de Paraná se reunió este lunes con el flamante secretario de Seguridad Vial, Movilidad y Ordenamiento Urbano municipal, Juan Manuel Tamareu; el coordinador de la Secretaría de Seguridad Vial y ex concejal, Enrique Quique Ríos; y el director del Sistema Único Boleto Electrónico (SUBE) en Paraná, Julián Zorn. Estuvo ausente pese a que se adelantó su presencia el secretario de Transporte de Entre Ríos, Néstor Landra. El funcionario provincial estaba invitado ya que se trata de un servicio de alcance metropolitano, además de tener en cuenta que la Provincia es una de las aportantes de los millonarios subsidios que reciben las empresas a cargo de la prestación.

Los responsables institucionales escucharon las consabidas quejas, de falta de frecuencias, recorridos a trasmano de las necesidades de los usuarios, coches en mal estado, falta de garitas, lugares a donde no llega el servicio y déficit en puntos de recargas de la SUBE en los barrios, así como la “avivada” con la cual muchos comerciantes cobran un sobreprecio a la recarga de crédito en la tarjetas.

En la asamblea, que contó con una importante cantidad de asistentes en la sede en el salón vecinal del barrio Santa Lucía, los vecinos pidieron que el intendente Adán Bhal se ponga al frente de los reclamos ya que en más de dos años de gestión no ha podido resolver un punto central en la movilidad urbana de la capital entrerriana, comentó la referente asamblearia, Alicia Glauser. “Que se ponga el intendente al frente de los reclamos ya que de él depende de muchas decisiones que deban tomar”, razonó.

A las vueltas

Respecto a las irresueltas problemáticas del sistema de transporte urbano de pasajeros con epicentro en Paraná, pero que llega a San Benito, Oro Verde y Colonia Avellaneda, los funcionarios aludieron a que “tienen las manos atadas” al contrato de concesión que se tiene suscripto con la unión transitoria de empresa Buses de Paraná, y que integran las empresas ERSA–Fluviales y Transporte Marino Moreno SRL. Pero a esta situación, los vecinos señalan que no habiendo una decisión o mecanismo que permitan controlar y poner en caja la faltas en el servicio, se dé por finalizado el acuerdo ya que sobran argumentos para rescindir el contrato. Además, que recordaron que en los pliego de condiciones está estipulado que ante una situación irregular por la que se caiga la concesión, los empresario están obligados sostenerlo un año, lapso en el cual la comuna podría llamar nuevamente a un prestador o tomar a través de un ente mixto el servicio.

“Por favor que esto se termine para que Paraná pueda tener un servicio adecuado, para que pueda eliminar el parque automotor, que genera una gran contaminación. Todo este está en juego”, clamó Glauser para expresar otra consecuencia de la deficiencias en el transporte público urbano.

“Dicen (los funcionarios) que ha disminuido el servicio. ¿Cómo no va a disminuir si el colectivo no llega nunca? La gente no espera, tiene que caminar, va en bicicleta, lo lleva un vecino o busca una alternativa porque no confía si llega a tarde a todos lados. Si pusieran el servicio adecuado levantaría mucho el uso”, planteó la vecinalista.

“Si hubiera colectivos con frecuencias de 10’, muchísimos dejarían el auto para ir a trabajar o llevar a los chicos a la escuela. Porque 10’ uno sí podría esperarlo”.