El ministro de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de la provincia, Juan José Bahillo, brindó un panorama de la situación de Entre Ríos en el contexto de crisis provocado por la pandemia de coronavirus.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza),Bahillo describió que “hay sectores que están sumamente preocupados y con realidades muy adversas y críticas” y recordó que “se había empezado a poner en marcha de a poco a partir de la primer quincena de mayo, hasta que a mediados de ese mes volvió el comercio minorista donde se adquiere más actividad y un poco más de tránsito de la gente con lo cual era esperable –más allá de todos los cuidados- de que hubiera probabilidades de que el virus empiece a circular”.

Ante ello, planteó que “esto se dio en algunas ciudades como San José, Islas, Colón, San Justo y ahora en Paraná, y por eso se han tomado medidas por sectores y por ciudad”. “La situación se está manejando con un criterio por el cual se va bajando el nivel de actividad por ciudad y por sector, por actividad; y así se va sectorizando porque hay ciudades que no tienen ningún caso como Victoria, y tener medidas tan transversales como había al inicio de la pandemia hace que se generen asimetrías y eso hace también que haya disparidades en la actividad económica”.

Por otro lado, admitió que “por más que queden abiertas algunas actividades económicas como pasó esta semana en Paraná volviendo atrás con la actividad gastronómica y hotelera, al haber un sano temor y menos circulación de la gente indudablemente también hay menos actividad económica”. “Muchas de las compras que se hacen, más allá de que sea un momento de crisis, tienen que ver con la circulación, hay mucha compra espontánea, que se produce porque la gente anda en la calle o está trabajando, y si se quedan en la casas ese consumo impulsivo y ocasional, no se realiza”, explicitó.

En ese marco, afirmó que “no están dadas aún las condiciones para que la economía se empiece a reactivar” y comentó que “el Ministerio de Desarrollo Productivo está planteando medidas que buscan pasar de la etapa de la asistencia, de la subsistencia de las empresas y comercios, a empezar una etapa de reactivación sobretodo en el interior del país, lo cual es bueno pero será muy gradual y necesitará del acompañamiento y el seguimiento del Estado”.

Sobre ello, consideró que “de la misma manera en que hubo medidas como el programa del ATP y otras líneas de financiamiento que asistieron en estos meses a las empresas y comercios, en la medida en que se ponga en marcha la economía también habrá que ver cómo se trabajan programas con fondos nacionales y algunas gestiones provinciales para ir acompañando y alentando esta reactivación económica”.

Al respecto, explicó que “si bien tenemos el 90% de actividades permitidas en la provincia no hay un 90% de actividad económica, debe estar en un 65% porque hay una caída importante en las ventas del comercio minorista, no tanto en el sector agroalimentario ni exportador”.  Y detalló que “los números son alentadores porque en el primer cuatrimestre el total de las exportaciones entrerrianas – cereal, oleaginosa, carne bovina, arroz y demás productos-tuvieron una variación positiva de un 15% en tonelaje y un 5% más en facturación en dólares”.

De todos modos, comparó que “estos números del sector primario y agroindustrial que exporta, han tenido un mejoramiento, pero en la otra punta está el turismo que está en una situación absolutamente crítica”.

Definió que “la causa de esta situación económica es la pandemia, porque incluso se modifica el comportamiento de la gente como consumidores, ya que aun cuando vuelvan las actividades la economía de los hogares está muy resentida y la recomposición no será espontánea sino que llevará un tiempo, pero además hay temor y el consumo es sinónimo de confianza, pero en este momento hay desconfianza en cuanto al modo en que evolucionará la pandemia”. “Toda la incertidumbre respecto de cómo va a evolucionar la pandemia y como ser irá recuperando el nivel de la actividad económica, hace que la gente no gaste”, describió.

En otro orden de cosas, aclaró que el alquiler de lugares para aislar a pacientes con Covid-19 o con sospecha de la enfermedad “depende de los municipios” y mencionó que “hay algunos proyectos de algunos legisladores para que se exima de los impuestos provinciales al Hotel Embajador de Gualeguaychú que cedió sus instalaciones para esto, porque tengo entendido que allí no hubo alquiler sino una cesión sin cargo”.

El sector turístico

En el contexto de la crisis económica, señaló que “el principal problema que tenemos con la actividad turística de la provincia es que depende, en un altísimo porcentaje, de la movilidad de los argentinos”.

“Somos una provincia receptiva y casi el 60% de los turistas del corredor del Uruguay proviene de Capital Federal y el conurbano bonaerense más un 20% que llega desde la República Oriental del Uruguay, y en la zona del Paraná hay una dependencia muy fuerte de Rosario, Santa Fe, Córdoba, y también Capital y Gran Buenos Aires, con lo cual mientras no se vuelva a permitir la movilidad de los argentinos entre provincias, la actividad podría empezar en un mediano plazo con un turismo interno de entrerrianos vacacionado en Entre Ríos pero eso estaría en un tercio de la actividad económica”, señaló el ministro.

Sobre ello, explicó que “según los números de la temporada pasada, el 10% de la actividad turística en Entre Ríos era generada por los propios entrerrianos, suponemos que eso sería un tercio en el mejor de los casos, pero indudablemente necesitamos de la movilidad y de ese ingreso de otras provincias que por ahora, por la pandemia, nadie se aventura a decir cuánto tiempo será”.

Asimismo, planteó que “en el medio hay distintos programas que permiten la subsistencia y sostener a los comercios, hoteles, empresarios, está el programa ATP para el pago de los sueldos; hay otro financiamiento que dispuso el gobierno nacional para emprendimientos turísticos menores; y ayer en videconferencia con el ministro (Matías) Kulfas solicité que por favor continúe el ATP para el sector turístico que no está trabajando y para aquellos sectores que están trabajando con una facturación muy por debajo de lo esperado”.

Detalló que “hay un paquete de medidas y fondos muy importantes del gobierno nacional; está la ley de emergencia turística en la provincia que exime del impuesto inmobiliario; están los créditos del CFI y otro tipo de asistencia; se están modificando algunos programas fijados por ley de asistencia a emprendedores para poder asistir al turismo”.

En consecuencia, reconoció que “hay medidas y acciones concretas pero es meramente para tratar de que subsistan las empresas, que puedan atravesar este periodo tan crítico pero no sé si es suficiente; para algunas indudablemente no porque se están viendo algunos cierres. No hay sumatoria de programas ni de fondos públicos ni provinciales que pueda reemplazar la venta del genuino comercio”.

“Mientras tanto tratamos de sostenerla y se hace todo lo posible, ojalá esta situación se supere lo más rápido posible para tener el intercambio entre provincias que es lo que le permite al turismo tener un horizonte posible de ttabajo”, afirmó.

Rotura de silo bolsas

En otro orden de cosas, consultado por la reiteración de ataques contra silo bolsas de campos entrerrianos, Bahillo fue tajante y contundente: “Condeno enérgicamente y repudio este tipo de accionar, sea de quien fuere. No tengo ningún elemento  para sospechar de nadie y si lo tuviera mi obligación como funcionario público es denunciarlo, pero amén de donde venga es una actitud absolutamente repudiable e inentendible porque es daño por el daño mismo y es causa un perjuicio por el perjuicio mismo”.

En ese sentido, coincidió con Alfredo Bel en que “la violencia genera más violencia y nosotros tenemos la responsabilidad de repudiar enérgicamente esto” y por ello comentó haber hablado del tema “con la ministra de Gobierno (Rosario Romero) y con el jefe de Policía (Gustavo Maslein) a quienes les transmití mi preocupación y les pedí si se puede detectar quienes son los responsables y prevenir estos hechos, lo que es muy difícil porque sucede en lugares descampados”.

Planteó también que “atrás de un silo bolsa hay seis u ocho meses de trabajo y la magnitud del daño es enorme, porque quizás le están imposibilitando a un pequeño o mediano productor que siga trabajando”.

“Hay que desmitificar este prejuicio que tiene una parte de la sociedad sobre los productores, especialmente de los entrerrianos, porque de ninguna manera son grandes terratenientes ni tienen grandes concentraciones de tierra. Acá hay un mosaico muy interesante de la distribución de la tierra en la provincia; no significa que haya unos pocos que tienen mucho, pero eso tampoco justifica que se los ataque, en todo caso tendrá que haber políticas impositivas más progresivas para que los que tienen más, paguen más, pero no puede haber hechos de vandalismo que corrijan esas asimetrías”, concluyó.