Este mediodía, el actor Mauricio Dayub plasmó sus manos en el paseo del Hermitage Hotel, en Mar del Plata. “Agradezco que la vereda sea grande y que haya quedado un cuadradito”, expresó el paranaense.
Emocionado, el actor Mauricio Dayud cumplió el rito del verano: dejó plasmadas este mediodía sus manos en el cemento fresco de la Vereda de las Estrellas del Hermitage Hotel.
Acompañado por su familia, por amigos y compañeros actores y actrices que este año hacen temporada en Mar del Plata, el intérprete de “El equilibrista” y “El amateur” selló un viejo amor con esta ciudad.
“Es como si pasaran pequeños fotogramas, todos los momentos de mi relación con la ciudad, los comienzos…”, dijo Dayub y no buscó disimular las lágrimas.
También se mostró agradecido con la chance de plasmar sus manos y con quienes confiaron en él y en su arte. “Agradezco que la vereda sea grande y que haya quedado un cuadradito”, dijo, en el que pueda incluir su nombre.
En el acto que contó con numeroso público, estuvieron presentes el productor Carlos Rottemberg, el actor Miguel Ángel Rodríguez y su compañera de la obra “Quieto”, Florencia Naftulewicz, los humoristas Ariel Tarico y David Rotemberg, el secretario de Cultura de la Nación Leo Cifelli y el músico marplatense Sebastián Del Hoyo, entre otros amigos del querido actor paranaense.
A modo de balance, Dayub recordó los tiempos en que se instalaba en el hoy desaparecido teatro La Subasta para desarrollar sus espectáculos, en una calle como Güemes que era atípica para la movida teatral de los 90.
“La estrategia que tengo hoy, de decir que hago teatro con garantía y que si no te gustó la obra te devolvemos el dinero, me la ofreció Carlos Rottemberg”, en sus primeros años de actor. “Yo no me animé a llevarla a cabo porque me parecía muy jactancioso, tuvieron que pasar 25 años para que me anime”, dijo.
“Había una euforia donde se mezclaba una fuerte vocación, muchas ganas, juventud, fue uno de los momentos hermosos de los tantos que viví en esta ciudad”, evocó sobre su arranque teatral en temporada, con obras como “Adentro”, por ejemplo.
Sobre el rito de dejar las huellas de sus manos en la conocida vereda, el actor que este verano desarrolla sus espectáculos desde el teatro Neptuno, indicó que “supera lo que uno se puede imaginar”.
“Hay cosas que nos fueron pasando en la vida en los últimos años que no me lo llegué a imaginar. Acá están las manos de Sandro, de Guy Williams, de Olmedo, no podía imaginarme compartir la vereda”, en los tiempos en que se encontraba en Paraná, de donde es oriundo.
El paranaense Mauricio Dayub saludó a sus seguidores.
Dayub indicó que el hecho de dejar sus manos en una vereda en la que muchísimos famosos están ahí supone, a su vez, recordar su propio origen.
“Son artistas que no solo admiraba yo, mis padres, mis hermanos, mi barrio, La Alcantarilla en Paraná, es un tiro por elevación, estoy como igualándome simbólicamente con ellos y genera una emoción muy particular, es algo inesperado, que te sorprende y que no te lo podes creer del todo. Así lo vivo, como si fuera un sueño y como si mañana la vereda volviera a ser la vereda de antes sin mis manos”.
Fuente: La Capital, de Mar del Plata