Walter Velázquez sufrió pérdida del 45 por ciento de la capacidad auditiva, daños neurológicos y pérdida de memoria a corto plazo, que lo obligaron a tramitar su retiro de la fuerza policial, por la agresión del tractorazo del 3 de septiembre de 2015.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.