El Delta del Paraná lleva meses siendo consumido por las llamas. De acuerdo al Observatorio de la Tierra de la NASA, estos incendios están vinculados a “un período de clima inusualmente cálido y de sequía”. Estas condiciones llevaron a que el río Paraná alcance sus niveles más bajos durante el verano, en vez de al final del invierno, cuando suele ocurrir.
La intendenta de Paraná, Rosario Romero, se manifestó preocupada por la situación del transporte público, los servicios como el agua potable y las realidades hirientes por la falta de alimentos en muchos hogares.
La mala distribución de la tierra o, dicho de otra forma, la concentración al extremo, no es nueva en Entre Ríos. Y es un debate que será necesario dar en algún momento.