En el marco de la veda judicial vigente en la provincia motivada por la bajante histórica del río Paraná, la Dirección de Fiscalización de Fauna secuestró en distintos puntos de la provincia, elementos de pesca como así también especies de aves sin nivel de riesgo.
Un proceso de compra de pañales dejó afuera a proveedores históricos, adjudicó a una empresa no inscripta y se quedó con un contrato estimado en US$450 millones.