La tarde arrancó de manera inmejorable para el conjunto conducido por Alfio Basile: sin mostrar absolutamente nada en el partido, encontró la ventaja a los cuatro minutos con un penal de Teo Gutiérrez -Lucchetti salió con los pies para adelante y lo tocó abajo a Hauche- y cortó una sequía de 315 minutos sin anotar. Sin embargo, poco le duró la alegría.
El Taladro ya había dejado en claro que al menos pretendía luchar el encuentro y, además de cortar con faltas constantemente, presionó mucho y bien en el centro del campo para hacerle la vida difícil a los cerebros, Toranzo y Gio Moreno. A los dos les costó conducir y la imprecisión ganó protagonismo rápidamente. El más claro siempre fue el nuevo capitán, Pelletieri.
Ya a los diez minutos, el juvenil Chávez, de excelente primera mitad, aguantó de espaldas en el área y Cahais lo sostuvo claramente. Lucchetti remató el penal, Saja atajó hacia un costado y el joven delantero del Taladro, que invadió levemente, definió en el rebote para el 1-1, justo por lo realizado por ambos.
Después, el cotejo se mantuvo crispado, siempre veloz y bastante desprolijo.
Hauche fue de lo mejorcito en ataque para la Academia. A los 20, desbordó por la derecha y la puso al medio para la llegada de Teo, quien disparó a las manos del arquero visitante. Y a los 33, el Demonio ganó en la medialuna y Bustamante, ya amonestado, cortó en la medialuna y vio la roja. Gio, obsesionado con la individual, también desaprovechó un tiro libre clarísimo.
Basile mandó a la cancha a Viola en el arranque del complemento y el juvenil fue una buena alternativa por la izquierda. A los tres, un centro suyo terminó en los pies de Moreno, quien le reventó el pecho a Alayes. La otra clara de la Academia se produjo a los seis, cuando Cahais peinó un centro de Toranzo y el balón se perdió muy cerca.
El partido se jugó sólo en el campo de Banfield. Racing empujó, pero careció de precisión y de desequilibrio individual para quebrar un equipo que metió hasta ocho jugadores en su área y se dedicó a contraatacar con Chávez y algún otro valiente. A los 30, Quinteros se mandó y casi prende la mecha antes; atajó Saja abajo.
Los hinchas de la Academia terminaron de tomar temperatura a los 35, cuando Teo Gutiérrez, ya amonestado, le sacó la pelota de las manos a Lucchetti y vio la roja. Otra tontería del colombiano, que cada vez tiene menos crédito. Para colmo, a los 46, Banfield buscó un tiro libre con tres hombres y Rodrigo López, reemplazante de Chávez, ganó para el 2-1 decisivo, consigna TyC Sports.