Sólo el arranque mostró equilibrio. En los dos primeros minutos y medio, los equipos, que diseñaron esquemas similares en la conducción apelando a la 'doble base' (Zisis-Calathes en Grecia; Campazzo-Prigioni en Argentina), empataban en seis tantos.
Pero un triple de Nick Calathes (Memphis Grizzlies) le sirvió a los de Fotis Katsikaris para empezar a tomar distancia (9-6). Muy consistentes en defensa y eficaces en los lanzamientos, los griegos ejercieron una ligera superioridad. Además, el pivote Bourousis se llevó a la rastra a Scola y provocó mucho daño en el tablero Albiceleste.
El interno griego del Real Madrid, que será en breve compañero de Nocioni y Campazzo, anotó seis puntos y tomó cinco rebotes. Y se erigió en pieza clave, junto a Calathes (10) para que Grecia quedara arriba por 12 (28-16), al término del primer segmento.
En el segundo capítulo, el entrenador Katsikaris mandó a la cancha a los suplentes y con un buen pasaje del Chapu Nocioni (5), el equipo de Lamas se puso en partido nuevamente, con un parcial 6-0 (22-28).
Pero bastó que regresaran los titulares para que Grecia retomara el control, más allá de que una asistencia de Mata a Scola había encendido la llama de la reacción (28-31, a falta de 5’45’’)
El conjunto europeo continuó dañando el tablero argentino, mostró una eficacia muy buena en triples (6-9) y, con un Printezis devastador (11), se puso a salvo de cualquier recuperación del rival.
El capítulo se cerró con un tiro a distancia de Zisis que provocó el reclamo de Campazzo (a quien le gritaron la conversión en la cara) y así se originó el primer tumulto de consideración en el torneo.
En la reanudación, el combinado griego asestó una ráfaga 8-0 para escaparse a 52-33, cuando apenas se cumplía un minuto y medio. Argentina contestó de idéntica forma (triple y doble de Prigioni, más un tiro desde lejos de Laprovíttola) y renació la esperanza del descuento (52-41).
Sin embargo, Calathes encestó cuatro puntos seguidos y brindó otro pasaje de su show para, prácticamente, decidir el pleito: 56-41. De a poco, el técnico Lamas fue asumiendo la rotación esperada. Grecia mantuvo la ventaja al cierre: 64-50.
En el último capítulo entró Selem Safar y con un triple calentó el ambiente, además de propiciar la reacción. Una falta técnica que le cobraron a Bourousis le dio aire a la Argentina, que se puso 60-64, cuando todavía no se habían cumplido ni tres minutos.
Un quinteto que, a excepción de Delía, supo vestir la Milrayitas de Peñarol hasta hace no más de dos años (Campazzo-Safar-Mata-Leo Gutiérrez) plantó dura batalla y se las ingenió para hacerle frente a la inferioridad de estatura. Así, el equipo de Lamas quedó 68-70, con un doble de Campazzo (8).
Pero Grecia apostó a la jerarquía bajo los tableros de Bourousis y definió el pleito para adjudicarse el Grupo B, en forma invicta.