De entrada Sionista se encontró con una defensa en zona que salvo un par de intervenciones nunca le encontró la vuelta. El local se paró en una 2-3 para resguardar su personal y para complicar a su adversario. Lo hizo muy bien.

La habilitación de Cequeira hacia Sandes al corazón de la zona fue lo único que mostró la visita, después no hubo recursos viables y seguros como para preocupar al adversario.
Sionista estuvo complicado para notar y muy mal en defensa como para detener aspiraciones adversarias. Atrás perdió seguido en el uno contra uno y le tomaron muchos rebotes. Encima, cuando intentó cambiar el ritmo del partido con una zona le anotaron seguido de tres puntos.

El estar disminuido en personal le provocó redoblar esfuerzo al Tachero. Y desde ya que mal no le fue. Obras jugó mejor que un Sionista desproporcionado, confuso e impreciso y así de a poco empezó a dominar el partido y el resultado.

Un 11 a 2 sobre el cierre del primer parcial lo llevó a terminar al local 22 a 14 arriba. El dueño de casa creció y ganó en confianza. Fue así que en el segundo segmento fue todo del conjunto de Gonzalo García.

Sionista fue un cúmulo de malas decisiones. Hizo mal su trabajo en cancha pero también mostró poca actitud. Todas las pelotas divididas fueron para Obras, que con entrega y sacrificio pero también con ganas de ganar se adueño de las acciones. Primero se escapó 31 a 19, después 44 a 25 y se fue al descanso arriba 50 a 31. Lo del Centro fue muy pobre en los primeros 20 minutos.

Se esperaba otra cara en Sionista, al menos para achicar tanteador e ilusionarse. En sí, no sucedió tan así. Obras sacó la máxima en el arranque mismo del complemento. Fue de 54 a 31.

Sioni disfrazó algo su carácter y salió a presionar en toda la cancha. Sin Osimani, y con Konsztadt y Barral como conductores, la visita buscó complicar el traslado. Lo hizo, recuperó un par de balones y encima Pittman convirtió un par de triples. Sionista se puso 59 a 44.

El entusiasmo duró poco. Juan Gutiérrez y Konsztadt se encargaron de poner a su equipo bien lejos de su oponente. A esa altura, lo peor que hizo Sionista fue dejar que su rival de entrada se haga sienta fuerte y decidido. Obras, por más disminuido que estuvo, redobló esfuerzo con su escaso personal y fue una estructura fuerte.

Svetliza apostó a la juventud para defender fuerte: Agasse-González-Goldemberg. Ese tridente apretó y molestó. De a poco la visita empezó a limar la diferencia. Un triple de Goldemberg ilusionó otra vez. Sioni se puso 69 a 61 a más de siete minutos por jugar. Agasse también tuvo lo suyo. Metió dos triples y dejó a su equipo a cinco unidades (77 a 72).

Pero el elenco paranaense no supo aprovechar el envión, en especial porque en defensa se equivocó y le volvieron a anotar con facilidad. Gutiérrez se hizo cargo de su equipo en los peores momentos, se plegó a la causa Humphrey y Field y así el elenco porteño se encaminó rumbo al festejo. Sionista volvió a fallar y sumó otra gira con frustraciones, da cuenta El Diario.