Esta tarea estuvo a cargo de instructores de la Secretaría de Lucha contra las Adicciones, en diciembre. En la oportunidad se entregó un manual de instrucciones y el sistema de planillas en las cuales debe volcarse la información que se vaya obteniendo. Con posterioridad al lanzamiento del programa, en contacto con técnicos de la Selca, el Jefe del Area de Tránsito, Jorge Barón, logró confirmar que la semana próxima se dará una nueva capacitación en nuestra ciudad al personal que esté implicado en los futuros controles.
Waigel señaló que en el caso del municipio falta definir el personal médico, de enfermería o bioquímico para avalar los operativos y poner en marcha los controles cuando se defina la fecha.
Inicialmente el programa no es punitorio, sino básicamente educativo, por lo que desde el gobierno de Entre Ríos se aclara que no se criminaliza ni al consumidor ni al adicto. Lo que se intenta es mostrarle que cuando uno disminuye su calidad de conducción pone en riesgo a un tercero.
En esta primera etapa son varios los municipios que participarán del programa y la instrumentación de los controles será ejercida por las áreas que los respectivos Ejecutivos dispongan. Entre las ciudades estarán Gualeguaychú, Colón, Concepción del Uruguay, Concordia, Chajarí, La Paz, Paraná, Diamante, Victoria y, en Paraná Campaña, Crespo, Ramírez, Cerrito, Hernandarias, y Viale. En una segunda etapa llegarán a la zona centro de Entre Ríos: Villaguay, Federal, Gualeguay, Rosario del Tala y Basavilbaso.
El procedimiento utilizado será por acercamiento de la tableta en la boca, donde tomará contacto con la saliva del conductor durante tres minutos aproximadamente, lo que permite detectar la presencia de drogas psicoactivas, principalmente marihuana y cocaína, siempre que haya sido consumida con más de 20 minutos y hasta las 24 horas anteriores al momento del control.
Los kits, así como su uso, fueron autorizados por la Agencia de Seguridad Vial, que depende del Ministerio del Interior. Cada municipio recibirá 600 dispositivos por mes y cada puesto caminero 1.000.
En el procedimiento se le pedirá al conductor que presente la documentación del vehículo y la personal que lo autoriza a conducir, se le hace el test de alcoholemia y luego el de drogas.
La persona que se niegue a hacerlo, está contraviniendo la ley y es pasible de sanción. Si el test da negativo, no hay ningún inconveniente y se lo invitará a ser donante de sangre.
Si el test da positivo se ingresan los datos de la persona a una base de que no puede ser utilizada con un fin judicial porque es una iniciativa preventiva y educativa, invitándolo a realizar una capacitación para explicarle cuál es el riesgo de utilizar una sustancia psicoactiva y de qué manera un tercero puede quedar lesionado por una conducta individual. El dispositivo quedará en poder del conductor sea cual sea el resultado, publicó Paralelo 32.