A través de su cuenta de Twitter, Chieno escribió: “#LeyFertilizacionAsistida el 4 de junio tratamos en Comisión y el 5 en Sesión de tablas estos proyectos: vacunas, sodio y fertilización”.
Poco antes, según consignó Parlamentario, los diputados nacionales de la Unión Cívica Radical (UCR) Juan Pedro Tunessi (Buenos Aires), María Luisa Storani (Buenos Aires), Ricardo Alfonsín (Buenos Aires), Bernardo Biella(Udeso-Salta), Ricardo Buryaile (Formosa), Elsa Álvarez (Santa Cruz), Agustín Portela (Corrientes), Jorge Álvarez (Santa Fe) y Ulises Forte (La Pampa), Marcela Rodríguez (DIP-Buenos Aires), y representantes de las ONGs Concebir, Abrazo por la VIDA y Súmate, le habían exigido al oficialismo parlamentario el urgente tratamiento de la Ley de Fertilización Asistida que tiene media sanción del Senado Nacional.
En el marco de una conferencia de prensa, Tunessi sostuvo que “la Cámara funciona para los proyectos que el gobierno manda de tratamiento urgente, rápido y exprés. No funciona para asuntos tan esenciales como este, que es el de fertilización asistida, que tantas parejas reclaman para realizar su sueño de conformar una familia”.
“Venimos hace más de cuatro años peleando por tener un dictamen”, expreso Storani y añadió que “este proyecto prevé la gratuidad de las prácticas dentro del PMO (Programa Médico Obligatorio) y, además, la obligatoriedad a las obras sociales y las prepagas para que esta práctica se haga. Estamos muy indignados porque los tiempos biológicos de las mujeres para poder someterse a estas prácticas se terminan. Para el bloque oficialista este tema no es importante”.
Por su parte, Alfonsín manifestó que “cuestiones tan sensibles como esta tienen que ver con la justicia social y son postergadas por el oficialismo, con violencia de género pasaba lo mismo, no lo aprobaban”.
Finalmente, estimó que “no sabemos a qué se debe la demora pero nos parece que hay tres razones. Una el ajuste, porque con esta ley obligamos a los hospitales públicos a brindar esta prestación, una aspiración legítima que tiene que ser resuelta por el Estado porque no todo el mundo tiene recursos para una fertilización asistida y supone una desigualdad muy grande; otra la presión de algunos grupos que tienen una visión distinta y la tercera falta genuina de sensibilidad frente a problemas de esta naturaleza”.