De acuerdo al testimonio desgarrador de sus familiares, el empleado bancario residía en la localidad patagónica, junto a su futura esposa, quien era oriunda de la localidad entrerriana de Gualeguay.

Según lo definió la madre, su sentimiento es de “un dolor enorme, solamente los que sufrieron la pérdida de un hijo podrán entenderme. Perdí a una de las personas más maravillosas que conocí, un hijo perfecto. Tenía 35 años y a los 33 ya había logrado ser gerente de Credicoop. Era un luchador muy querido por sus compañeros”, expresó en una entrevista mantenida con el móvil del Canal 26.

Por su parte, el padre de la víctima reseñó que “la última vez que lo vimos fue el fin de semana pasado cuando vino para formar parte de una reunión familiar. Cada vez que volaba le pedía que me llame cuando llegaba a destino, porque no me gustan nada los aviones”.

Luego, la madre comentó que el joven planeaba casarse el próximo 7 de octubre y que “ya había alquilado el salón y comprado los souvenirs”. Además, el padre dijo que “Gustavo pensaba volver en junio a Buenos Aires para llevarnos a conocer a los padres de la futura mujer, que son de Gualeguay”.

Finalmente, el padre explicó que el joven había tomado ese vuelo para estar presente en una reunión de trabajo. “Parece mentira, pero ahora estamos esperando que se comuniquen de la línea aérea para viajar a Río Negro y que nos entreguen el cuerpo. Es la parte más dura de todo esto”.