Con la proliferación de los lugares que ofrecen servicio de internet, y ante una carencia de legislación al respecto, en Victoria se está estudiando la posibilidad de restringir el acceso de los menores a estos sitios. Si bien se reconoce que no es una tarea fácil, estiman que es necesario un control para “evitar males mayores”.
La presidenta del Concejo Deliberante Stella Cístola se encuentra abocada a la elaboración de un proyecto de ordenanza que regule el acceso irrestricto de los menores a internet. "No existe un antecedente de reglamentación con respecto al tema", -reconoce la edil en tanto que aclara- "el espíritu de esta ordenanza no es realizar una caza de brujas contra los locales que ofrecen este servicio. Tenemos que tener en cuenta que Internet es como la representación del mundo, allí se encuentra lo bueno y lo malo de lo que somos como seres humanos. Por ello es difícil realizar un control eficaz en el acceso a la información por parte de los usuarios, en este caso menores".
Para la Psicóloga Verónica Quintana "los riesgos del uso de Internet se incrementan cuando el niño navega solo, sin la supervisión de un adulto responsable porque en la red no hay sitios vedados". "Allí se pueden encontrar fácilmente con páginas pornográficas, racistas, xenofóbicas, sectas satánicas o neonazis. También los chats y correos electrónicos permiten el contacto con personas peligrosas: acosadores, pedófilos, redes de narcotráfico y de prostitución."
Los controles o las restricciones estarían centrados en la instalación de filtros, denominados asesores de contenido, que impidan este accionar de los menores y adolescentes.
Las estadísticas señalan que más de la mitad de las páginas que se encuentran en la red tienen contenido ponográfico y en los preadolescentes que atraviesan una etapa de madurez sexual, cualquier alteración implicaría un daño psicológico importante, ya que no existe, por parte de ellos, el propósito concreto de visitar estos sitios, sino que llegan accidentalmente luego de realizar búsquedas inocentes de palabras, conjuntos musicales o dibujos animados. "En las páginas pornográficas se encuentran todas las parafilias o desviaciones sexuales que pueden confundir totalmente a un niño y producir interpretaciones erróneas y violentas de la sexualidad", afirma Quintana.
Para Stella Cístola, la solución pasaría por la restricción en los horarios que involucraría la responsabilidad de hacer cumplir estas exigencias a los propietarios. Para ello, la presidenta del Concejo Deliberante convocaría para la semana entrante a una reunión a fin de informar a los afectados con esta ordenanza acerca de los alcances y los puntos más importantes que en ella se detallan.
Esta futura ordenanza, pionera en nuestra provincia es un escalón más hacia la construcción de pautas básicas para proteger los derechos de los niños. Sin olvidar que en esta empresa de formación y educación, también deben participar los adultos.
Fuente: Paralelo 32