Lo sorprendente del hecho fue la hora en que se produjo el supuesto crimen: poco después de las 10 de la mañana, en una zona de intenso movimiento (la vivienda está ubicada en Feliciano al 117), entre las calles Monte Caseros y 9 de Julio. Según se supo, el supuesto autor conocía algo del lugar, ingresó raudamente a la casa, golpeó a Flores y se fue con la misma velocidad, después de revisar varios lugares de la casa.
Según se supo, habría llevado algo de dinero, pero dejó otra parte. El cuerpo de Flores fue llevado a la morgue de Oro Verde, para la autopsia pertinente, a fin de determinar fehacientemente si falleció como consecuencia de los golpes que se observaron en su cabeza o bien producto de un golpe al caer. Las primeras pericias policiales estarían indicando que fue homicidio, aunque existen detalles extraños sobre cómo ingresó el autor a la vivienda, ubicada a escasos metros de la esquina de Feliciano y Monte Caseros.
Según se supo, el autor (al parecer una sola persona ingresó a la casa) habría dejado numerosas huellas digitales por diferentes lugares en los que revisó -en la búsqueda de dinero o lo que fuera- y se entiende ingresó por el acceso principal de la vivienda, ya que en la parte trasera Flores disponía de un perro guardián que no le hubiera permitido el acceso.
Lo que no se entiende es la actitud de la persona que cometió el crimen. "Quizás era alguien conocido y el morador le abrió sin problemas", se indicó. Lo cierto es que nadie forzó puerta alguna para acceder a la residencia del matrimonio Flores. "No se entiende que haya ingresado en forma violenta, sin saber con quién se iba a encontrar en la casa, ni cómo se iba a defender; rodeado de gente que va y viene por la vereda y la esquina todo el tiempo; con un kiosko en la esquina, un puesto de verduras a escasos metros, un establecimiento educativo también cerca, automóviles pasando todo el tiempo por Monte Caseros", graficó un funcionario policial que comenzó a trabajar en la investigación.
El viceministro y actual secretario de Hacienda del gobierno entrerriano, José Flores, se apersonó de inmediato al lugar, apenas enterado del hecho. Flores vive a no más de 180 metros de donde residía su padre, pero se encontraba en Casa de Gobierno al ser informado de lo sucedido. Flores intercambió varias impresiones con el jefe de la Policía de Entre Ríos, comisario general Héctor Massuh, quien también se hizo presente apenas supo del trágico episodio y a poco de estar, en base a su experiencia, no dudó en que fue "homicidio".