Cabe recordar que por el doble asesinato se encuentra imputado Adrián Ávalos, de 28 años, quien se encontraba con libertad condicional, luego de haber sido condenado por abuso sexual por un hecho ocurrido en La Paz en 2006. Ávalos se casó en la Unidad Penal 1 con una de las víctimas el año pasado, y pese a que su perfil psicológico-psiquiátrico indicaba que seguía siendo un peligro latente, se apostó a su reinserción habilitándolo para cohabitar con quienes, según lo investigado hasta hoy, terminaron siendo sus víctimas.
Quedó claro que los dos cuerpos fueron colocados sobre un colchón y cubiertos con otro similar para luego quemarlos. Si bien en los primeros días se sospechó que las dos mujeres habían sido quemadas vivas, por la existencia de algunos residuos de humo, las pericias anatomopatológicas y la exploración interna del cuello de las fallecidas no dejó duda de la manera en que fueron asesinadas.
La información fue confirmada por el querellante en la causa, Marcos Rodríguez Allende, quien en diálogo con El Diario reconoció estar al tanto del informe presentado por el galeno.
“Moyano prestó declaración este martes y brindó las precisiones de la autopsia de ambas víctimas, a la que tenemos que sumar una tercera, que es ese hijo por nacer. Pero además es importante su investigación, porque Moyano estuvo en el lugar del hecho, analizó la posición en que fueron encontradas las víctimas. Fue contundente al manifestar que las dos mujeres fallecieron por asfixia por estrangulamiento mecánico y que el golpe que tenía Hemmerling en la cabeza tenía la entidad para ponerla en total estado de indefensión y hasta de causar la muerte”, describió.
Finalmente expresó: “Para este querellante, a esta altura del proceso, no cabe ninguna duda de que Ávalos luego de asesinar a las dos mujeres intentó quemar los cuerpos a los fines de ocultar la forma en que las asesinó, para hacer parecer quizá un hecho accidental y desviar la investigación. Primero golpea, estrangula y finalmente junta sus cuerpos y los ubica en la cama para finalmente armar un foco ígneo para quemar toda evidencia”.
Totalmente convencido, ante la carga de pruebas dijo: “No cabe otra posibilidad de que haya sido Ávalos quien cometió semejante suceso, cerrando finalmente la puerta con candado, tratando de evitar cualquier tipo de auxilio”.
La semana pasada, Ávalos accedió a ser indagado y llegó a reconocer que había discutido con Hemmerling y que la había golpeado, tras lo cual se fue y desconocía la manera en que pudo originarse un incendio, negando ser el autor de las muertes.
Lo que verdaderamente desconocía Ávalos, es que la ciencia médica iba a poder llegar a comprobar los daños internos provocados por los estrangulamientos, quedándose sin coartada para explicar este desenlace.