La expectativa era alta. Los jugadores argentinos sentían la adrenalina que significa jugar contra su par de Nueva Zelanda, seleccionado que ganó todas las ediciones del Mundial Juvenil y que jamás perdió en ese torneo. Se estudiaron las maneras de quebrarlo y someterlo, y, aunque no se logró quitarle el invicto, sí se consiguió incomodarlo como ningún equipo lo había hecho en lo que va del torneo.
Recién comenzado el encuentro, el conjunto argentino quedó por un rato con 14 jugadores por la tarjeta amarilla que recibió Matías Moroni. Los Baby Blacks le sacaron provecho a los diez minutos en los que tuvieron superioridad numérica, y marcaron dos tries: uno de Mitchell Scott y otro a través de Francis Saili. El apertura Nathan George falló en ambas conversiones y los neocelandeses pasaron a ganar 10 a 0.
El capitán Brian Ormson descontó para Argentina con un penal, pero un minuto después Nueva Zelanda volvió a quebrar el ingoal argentino. Brad Weber se filtró a través de la defensa argentina, metió pase para Robertson y Llewenllyn apoyó. Esta vez, el apertura George no falló y dejó el marcador 17 a 3.
El resultado adverso a tan pocos minutos de juego, no desacomodó al equipo argentino, sino que al contrario, hizo que se decida a cambiar el rumbo del partido.
Cinco minutos después, con Moroni de vuelta en la cancha, llegaría la primera emoción de Los Pumitas. Brian Ormson jugó al line un penal y, tras varios intentos de ataque a metros del ingoal, Argentina consiguió un nuevo penal que se jugó rápido y concluyó en try de Lucas Sartori. Luego, el apertura argentino acertó en la conversión y descontó para Los Pumitas, que pasaron a perder por 10 a 17.
Un rato más tarde, Juan Cruz Guillemaín, tras una muy buena jugada de ataque entre varios jugadores argentinos, iba a conseguir el segundo try para el elenco entrenado por Damián Rotondo y Matías Albina. Argentina seguía atacando e intentando no dejar jugar a los neocelandeses, pero la diferencia de dos puntos no iba a durar mucho más, ya que, antes del final de la primera etapa, los Baby Blacks llegaron al try dos veces más, por medio de Barrett y de Pleasants-Tate.
En el segundo tiempo, se empezó a sentir el desgaste físico que conllevó la gran performance de Los Pumitas en la primera. A los 57’, Juan Cruz Guillemaín fue amonestado por no dejar jugar rápido un penal, y nuevamente Nueva Zelanda aprovechó para estirar la diferencia: sumó un penal de George y un nuevo try del wing Mitchell Scott, convertido por el fullback Barret. Argentina entonces, se dedicó especialmente a defenderse y tuvo algunas jugadas de ataque interesantes, pero el destino del partido ya estaba marcado. Los Baby Blacks se impusieron por 48 a 15 y mantuvieron el invicto.
Si bien el resultado fue adverso, Los Pumitas transmitieron emoción, no sólo a los argentinos que siguieron el partido por televisión o a través de las redes sociales, sino también al público presente en Padova, que los alentó en todo momento. De esa manera, finalizaron la primera etapa del Mundial Juvenil con otra derrota, pero con la seguridad de haber dejado todo y de haber complicado al equipo que ganó todas las ediciones de este campeonato.