“Yo les digo a todos que confíen. Si ganamos el año que viene vamos a generar mucho empleo y la gente va a tener la opción de quedarse trabajando en su ciudad, en su provincia, y no verse obligados a emigrar y alejarse de sus seres queridos por falta de laburo”, añadió.

Señaló que “las oportunidades de trabajo van a salir de lo que se produzca en cada provincia y para eso tenemos pensado quitar las retenciones a todos los productos, menos a la soja que se hará de forma gradual”. “Eso les permitirá a los productores exportar mucho más y ponerle valor agregado a la materia prima”, explicó.

Dijo que la misma gente con la que tiene ocasión de hablar en las provincias que recorre “dice que puede producir el doble, que puede tomar el doble de gente, pero que tiene un pie encima que los frena”. Afirmó que “lo primero que debe hacer el Gobierno es atacar la inflación, porque de otro modo no tiene sentido hablar de devaluar o no”.

“La inflación es el impuesto más perverso que existe y perjudica primero a los que menos tienen”, enfatizó. Macri advirtió que “tenemos que mandar mensajes claros al mundo, meternos nuevamente entre los países que cumplen, que son previsibles, que se relacionan con todos, pero, obviamente en este momento no estamos en ese pelotón y solo nos relacionamos con Venezuela”.

“En la Argentina hace falta otro grupo de gente, con otros valores, con un estado presente, eficiente y sin clientelismos. Nosotros podemos formar el mejor equipo de los últimos 50 años porque estamos convencidos de que las coincidencias tienen que estar en el futuro y no en el pasado”, remarcó.

Dijo que Entre Ríos “es una de las provincias con mayor riqueza, a la que han dejado caer”. “Acá hay un enorme capital y estoy convencido de la gran cantidad de laburo que se puede generar en el futuro”, apuntó.

Acompañado por el senador nacional Alfredo De Angeli, el referente entrerriano de PRO, Rogelio Frigerio, y el coordinador político, Emilio Monzó, Macri se reunió también con los candidatos partidarios de Victoria y Concordia, Domingo Maiocco y Roberto Niez, respectivamente.

También mantuvo un encuentro con una figura destacada del básquetbol argentino, Leandro Palladino, oriundo de Concepción, que fue subcampeón del mundo con el seleccionado nacional en Indianápolis 2002.

Macri visitó por la tarde a Nicolás González, un empleado de campo que los fines de semana incrementa sus ingresos trabajando como mozo en un restorán de esta ciudad y que hoy cumplió 23 años.

“Que un futuro presidente venga a mi casa me deja tranquilo. Mi sueño es crecer, consolidar la familia y poner una verdulería. Por suerte tengo muchos conocidos quinteros y creo que puedo conseguir proveedores”, relató Nicolás.

Nicolás vive con su mujer, Valeria Montañana, que también se dedica a tareas rurales y es estudiante del profesorado de matemáticas y con quien tiene un hijo, Benicio, quien nació hace dos semanas.

“La verdad es que me voy contento porque conocí a un chico que es un ejemplo de la Argentina del cambio. Se rompe el alma laburando, para poder llegar a fin de mes, pero está confiado en que se viene un cambio y eso le da esperanzas”, dijo Macri.