Cuando faltaban dos vueltas para el final de la carrera del TC Pista en Paraná las cámaras de Carburando comenzaron a enfocar el box del uruguayense donde Pope Bonelli, que se preparaba para la carrera del TC, y el resto del equipo observaban la carrera por los monitores.
Y se comenzó a vislumbrar que los rostros del Ruso Gras, el Pato Sánchez, Elola y hasta el Cholo, el chofer del equipo, iban cambiando mostrando que las lágrimas prontamente lo inundarían. El hermano de Nicolás se mantenía tranquilo pero después se comprobó que estaba esperando el final. Como buen piloto sabe que hay que esperar hasta que se baja la bandera a cuadros. Y como no faltan amarguras de esas del final… estaba esperando.
Explotó cuando Nico ganó y llegó la primera nota. Ahí soltó su emoción y apenas si pudo disimularla diciendo: “Se nos tenía que haber dado antes, pero vale el festejo ahora”.
El triunfo llegó nada menos que en Paraná donde muchos uruguayenses estuvieron acompañándolo y festejando esta victoria. Nico habrá recordado en esa lenta vuelta triunfal que dio sus pasos como acompañante del Pope, sus triunfos en el TC Mouras y las numerosas horas de taller metiéndole mano a los dos autos del equipo lo que, obviamente, engrandece este triunfo.
Por su parte Nicolás Bonelli desbordaba de alegría al final de la carrera pero cuando se bajó del auto no se olvidó de su hermano. “Este triunfo es para el Pope, tenía un motor fenomenal. Mi hermano hace motores bárbaros y por eso esta victoria se la dedico a él”.
La emoción mayor llegó en el podio cuando, tras la entrega de premios el Pope se subió para festejar junto a su hermano el triunfo de una familia. Allí sí el mayor de los hermanos, que estaba listo para salir a pista, no pudo contener la emoción y se largó a llorar.
Ya sin la mochila de un triunfo el Nicolás Bonelli irá ahora por el título. Habrá que esperar cómo le sientan los 30 kilos de lastre al auto pero la conjunción motor-chasis está rindiendo bien y de seguir corriendo con la tranquilidad mostrada en Paraná tiene más que ganar que perder.
En su primer año en la categoría ya ha cumplido con creces y lo que venga de acá en más bienvenido sea. La presión será de los otros que, en su gran mayoría, poseen a grandes equipos detrás y mucho dinero puesto en los autos.
Creemos que los problemas que después tuvo en su final de poco habrán importado. La alegría mayor ya se había vivido en el equipo con el gran triunfo que el Nico consiguió en el TC Pista, señala La Calle.