Jorge Bergoglio repudió el accionar de los linchamientos a través de una carta dirigida a los hermanos Rodolfo y Carlos Luna, dos humanistas que viven en Suecia, que publicaron dicho texto en redes sociales. "Me dolió la escena. Fuenteovejuna, me dije. Sentía las patadas en el alma. No era un marciano, era un muchacho de nuestro pueblo; es verdad un delincuente. Y me acordé de Jesús ¿Qué diría si estuviera de árbitro allí? El que esté sin pecado que dé la primera patada", expresó el Papa.
Y añadió: "Me dolía todo, me dolía el cuerpo del pibe, me dolía el corazón de los que pateaban. Pensé que a ese chico lo hicimos nosotros, creció entre nosotros, se educó entre nosotros". "¿Qué cosa falló? Lo peor que nos puede pasar es olvidarnos de la escena. Y que el Señor nos dé la gracia de poder llorar... llorar por el muchacho delincuente, llorar también por nosotros", concluyó el Sumo Pontífice.
Para finalizar, Carlos Luna informó en diálogo con Vorterix que fue él quien le acercó la información de lo acontecido en la ciudad santafesina.