El candidato estuvo el martes en Santa Elena, La Paz y Bovril, donde tomó contacto con la dirigencia de las localidades y visitó algunos barrios, según se indicó a ANALISIS DIGITAL. Además, aseguró que las ciudades “tendrán las posibilidades de cambiar por propuestas políticas transformadoras si el 14 de agosto se evita que Cristina Kirchner alcance el 40 por ciento de los votos”.
“Las muestras de lo que se puede obtener en ocho años de gobierno justicialista están vinculadas al Producto Bruto Interno (PBI), la distribución de la riqueza, el nivel de empleo y los accesos a la calidad de salud y educación”, apuntó en esa línea. Igualmente, precisó: “En esos indicadores, que son las fotografías más crueles de un país, Argentina no ha avanzado, por lo tanto es fundamental provocar la alternancia en la democracia”.
Más adelante, desestimó que la administración central “tenga ganas de meterse con los que mandan”, y explicó: “La profundización del modelo debió hacerse hace cuatro años, de lo contrario tenemos derecho a sospechar que el petróleo, el sistema financiero, el sistema impositivo, el transporte de carga, el comercio exterior seguirán siendo temas con los cuales el gobierno nacional no querrá meterse”.
“Creo que lo que ocurrió en Buenos Aires, más allá del concepto que me merezca Mauricio Macri, es lo que hay que lograr a nivel nacional con Alfonsín el 14 de agosto, puesto que la división y la fragmentación de la oposición al único que beneficia es al oficialismo”, evaluó luego. Y sostuvo que el 14 de agosto “el pueblo entrerriano tomará la figura de Alfonsín como la alternativa más seria para provocar este cambio”.