Los primeros 30 minutos de juego fueron entretenidos, porque los dos equipos buscaron, con más ganas que fútbol, el arco rival e inquietaron a los arqueros. En ese contexto, Tigre fue un poco más claro, a partir del buen trato que le dieron a la pelota Diego Castaño y Matías Pérez García, pero le faltó peso ofensivo.
El 4-4-1-1 que utilizó Fabián Alegre le permitió tener el balón, pero a la vez careció de profundidad. El Matador tuvo dos chances claras en los pies de Lucas Janson (siete minutos) y Pérez García (20’), pero primero Nicolás Cambiasso y después la falta de puntería lo privaron del gol.
El Albo, a todo esto, con un 4-4-2 bien definido, luchó más de lo que jugó y apostó sus aspiraciones ofensivas a un cabezazo salvador de Mauro Matos. Y el nueve tuvo su oportunidad dentro del área, pero Erik Godoy salvó a Tigre, a los 11’.
El equipo de Falcioni, pese a tener menos la pelota, dispuso de otra chance en los pies de Javier Cámpora (21 minutos). Pero All Boys lució nervioso, ya que sumó su sexto partido sin triunfos y está muy comprometido con el tema del descenso. Y eso la gente se lo hizo sentir.
El 4 a 0 de local sobre Quilmes, por la 7ª fecha, quedó alejado en el tiempo y el equipo perdió esa solidez que lo caracterizó desde su regreso a la máxima categoría del fútbol argentino.
El segundo tiempo dejó en claro que Tigre fue mejor que All Boys, ya que a partir del ingreso de Gabriel Peñalba por Castaño tuvo más la pelota y con el adelantamiento de la línea de volantes de su rival generó muchas chances de gol a través de Erik Godoy (24’); Joaquín Arzura (37’); José Sand (40’) y Pérez García (47’). Pero la gran figura de Cambiasso en las dos primeras y la falta de puntería de sus jugadores en las dos restantes mantuvieron el cero en el marcador.
All Boys, que no marca desde el empate frente a Rosario Central (1-1) en su estadio (Matos a los dos minutos del segundo tiempo), contó con una oportunidad en los pies de Calleri (26m.), pero nada más, da cuenta Télam.