Muller sorprendió cuando dijo que no siguió la campaña de Patronato en el segundo nivel del fútbol argentino: “Fui a un solo partido... contra Unión. Me sentía mal porque veía que mis compañeros estaban ahí y yo no. Traté siempre de hacer otras cosas cuando jugaba Patronato porque me sentía mal. Sé que los chicos hicieron un gran trabajo, logrando los 50 puntos para seguir en el Nacional B”, afirmó en declaraciones a Uno.
Y agregó: “Me hubiese encantado ser parte de este plantel. Todo el mundo sabía que mi idea era jugar Nacional B y poder retirarme en un partido oficial, era la última categoría que me faltaba jugar. Lamentablemente no se pudo dar, pero estoy satisfecho porque cuando me fueron a buscar para darle una mano a Patronato yo se la di. Nunca lo dudé”.
El Diablo también trató de buscarle una explicación al porqué no fue tenido en cuenta: “Hasta el día de hoy no sé si fue decisión del técnico que estaba en ese momento o de los directivos. Nunca me dijeron nada, nunca me llamaron para nada. Por eso estoy dolido, por la forma en que me dieron la espalda. Me sorprendió mucho lo que hicieron. Por un lado dijeron que yo no me había presentado a entrenar, pero creo que cuando uno no pertenece a un club no puede ir a entrenar sin haber un contrato de por medio. Quizás los dirigentes pensaron que tenía que ir, estaban equivocados y se agarraron de eso para que no estuviera más en el plantel. Yo me acerqué al club para hablar con el técnico, pero tomaron una decisión que a mí nunca me comunicaron”.
En este sentido, Muller también dejó en claro su malestar con la dirigencia de Patronato: “A los directivos les faltó ser directivos. En ese momento no tomaron en cuenta la clase de jugador y persona que soy. Cuando me necesitaron me fueron a buscar y no lo dudé. Patronato es mi segunda casa y me jugué muchas cosas cuando decidí jugar Argentino B. Ellos no tuvieron en cuenta esto, si no querían que siguiera en el club por lo menos me hubieran dicho: ‘Mirá Víctor, no te tenemos en cuenta, nos diste una mano enorme y gracias por todo’. Yo lo hubiera entendido, pero no lo hicieron así. No estuvieron a la altura de ser dirigentes”, sentenció.
En la charla el delantero también se refirió a su presente y declaró que todavía no se siente un ex jugador: “Me dan muchas ganas de jugar. Pero hay que poner muchas cosas en la balanza, como uno está, si haría una pretemporada. Pero me siento bien. El último partido que jugué profesionalmente fue contra Cipolletti en semifinales, ahí me volví a lesionar de la rodilla y no pude estar en la final. Yo me siento bien, estoy bárbaro. Si me dicen vení a entrenar voy sin pensarlo. Muchos dijeron que por el problema que tuve en la rodilla no podía jugar. Pero en el club trajeron varios jugadores lesionados y no jugaron en gran parte de la temporada”.
Y añadió: “A esto lo vio todo el mundo, no estoy diciendo nada raro. Yo jugué lesionado muchas veces, hasta con una muñeca quebrada, y a esto nadie lo tuvo en cuenta. Se trajeron jugadores que ya venían lesionados, se los mantuvo pagándole un sueldo para que jugaran uno o dos partidos nada más. Uno nunca sabe las vueltas del fútbol, si me llega a tocar, sea en Patronato o en otro club, lo voy a analizar y si se da bienvenido sea”.