En un partido vibrante de principio a fin, Echagüe venció a Alma Juniors de Esperanza por 82 a 76 y de esa manera se garantizó su estadía para la próxima temporada en el Torneo Nacional de Ascenso, el primer objetivo trazado de los dirigidos por Juan Siemienczuk. El cotejo arrancó mal para los paranaenses y culminó peor, pero merced a los 20 puntos de diferencia que sacó entre el segundo y el tercer cuarto pudo festejar ante los esperancinos en un estadio colmado. El nuevo extranjero del Negro, Louis Truscott, tuvo un debut inolvidable y rápidamente se metió a la hinchada del AEC en el bolsillo. Los números del estadounidense fueron excelentes: 26 puntos, 17 rebotes y tres asistencias para sellar una actuación extraordinaria. El viernes el conjunto de calle 25 de Mayo visita a Ciudad de Bragado con la intención de repetir las buenas actuaciones en casa, en calidad de visitante.

El partido tuvo de todo menos orden y criterio. Echagüe y Alma dejaron la piel en la cancha y provocaron un juego de gran intensidad. Los dos intentaron llevarse la victoria atropellando, a los empujones, como se suelen disputar este tipo de instancias, donde hay que salvar la ropa y el buen nombre. El local, que tuvo en el debutante Louis Truscott su mejor figura, finalmente se salió con la suya tras sufrir sin necesidad en un cierre apretado que podría haberle deparado una amargura irremediable. Con mucho carácter y el aporte clave de su extranjero, el Negro se alzó con un triunfo fundamental que lo aleja definitivamente de la zona de riesgo y lo ubica muy cerca de los play off.

El juego tuvo tantos vaivenes como pérdidas y errores. El dueño de casa arrancó la noche fuera de foco, muy frágil en defensa, apresurado y errático en ataque y decididamente lento para regresar a su canasto e impedir que Alma lo lastime de contra. En ese contexto, Ferguson se encargó de anotar en la pintura y Tomatis de finalizar con éxito los contragolpes de la visita. El primer cuarto, que podría haber sido aún más adverso para el local sino fuera porque Truscott luchó en la pintura y conquistó 11 puntos, finalizó con la victoria parcial para los esperancinos por 23 a 14.

En el segundo cuarto se produjo el primer gran cambio en el juego. De entrada nomás, con una racha de Ledesma en ataque y la voluntad de Diego Crocce para pelear en la pintura, el AEC redujo la diferencia y se puso en juego, aunque dos apariciones seguidas de Roberts le devolvieron la calma a los de Delfino (33-24), al menos por un rato. Es que en los minutos siguientes, Echagüe fue un auténtico temporal que azotó las esperanzas de Alma y le robó las ideas. Presionando a la pelota, doblando en algunas ocasiones, el local le quitó el bolo de las manos al visitante, lo castigó de contra y finalmente se lo llevó por delante. En poco más de cuatro minutos, colocó un parcial de 16 a 0, puso el partido patas arriba y sacó una diferencia de 9 puntos (42 a 33).

El primer tiempo finalizó 46 a 37 en favor de Echagüe y el arranque del complemento siguió teniendo al local como protagonista excluyente, tal es así que al cerrar el tercer periodo ganaba por 68 a 50. El juego parecía definido, sobre todo cuando Porta anotó dos puntos en el inicio del último cuarto y Echagüe conquistó la máxima ventaja: 70 a 50.

Sin embargo, desde ese momento el equipo no supo cambiar de ritmo, siguió atacando con el hambre y la ambición de los minutos anteriores como si tuviera que remontar ventaja en contra. No tuvo paciencia, ni efectividad y menos aún criterio. Producto de ello, Alma encontró la forma de hacer tambalear un triunfo que parecía asegurado.

El visitante metió un parcial de 12 a 0 y se ubicó siete abajo (75-68), pero su reacción no se quedó allí y tras un par de pérdidas seguidas del local, Alma se colocó a tres (77-74), a 54 segundos del cierre. Dos tiros libres de Truscott y un doble de su autoría tras un recobre ofensivo, le permitieron al Negro respirar aliviado y celebrar un triunfo fundamental en casa, señala El Diario.