La escritora argentina Leticia Martin, narradora, poeta y crítica cultural, ha ganado el Premio Lumen de Novela por su obra "Vladimir". Este galardón es heredero de la iniciativa que Lumen, sello fundado en 1960 por Esther Tusquets, creó para dar protagonismo a la literatura escrita por mujeres. Un reconocimiento que se convocó entre 1994 y 1999, y que ahora se recupera bajo el nombre Premio Lumen de Novela, y que se espera que se convierta en una tradición anual. Está dotado con 30.000 euros, así como con la publicación en todo el territorio de habla hispana, por lo que "Vladimir" llegará a las librerías, según anuncian, el próximo 7 de septiembre.
El fallo se ha dado conocer hoy, 1 de junio, en la Biblioteca Pública Municipal Eugenio Trías de Madrid. Cercano al bullicio matutino de la Feria del Libro, el jurado, compuesto por las escritoras Ángeles González-Sinde, Luna Miguel y Clara Obligado, así como por Lola Larumbe, directora de la Librería Rafel Alberti de Madrid, y María Fasce, directora literaria de Lumen, ha leído el acta ante la Prensa. En él, reconocen de "Vladimir" que "la atracción y seducción de un hombre maduro hacia una mujer joven ha sido representada muchas veces en la literatura, pero el deseo de una mujer madura hacia un joven, no. 'Vladimir' apuesta por una lectura de 'Lolita' en clave femenina, en el contexto de un mundo que se apaga". Asimismo, subrayan que Martín, "con gran tensión narrativa y un estilo acerado, ha escrito una novela polémica sobre los límites del deseo y las relaciones de poder".
Esta novela nació poco antes de la pandemia: "Los meses de confinamiento aceleró que incluyese en la trama un escenario distópico", explica Martin. Y confiesa que, durante su escritura, "he pensado mucho en 'Lolita'. Es un clásico, y elegí Vladimir como nombre del muchacho para homenajear a Nabokov". "Vladimir" se trata, por tanto, de un thriller emocional y erótico, que cabalga entre la distopía y la novela de aventuras. Arranca cuando todo parece acabarse, en pleno fin del mundo, cuando lo único que nos queda es el instinto. Guinea, la protagonista, ve truncada su carrera como profesora universitaria tras descubrirse su relación con un alumno mucho más joven que ella. Buscando una nueva vida llega a Buenos Aires, donde vive el apagón que ha dejado la ciudad sin luz y el teléfono sin red. Entonces, conoce a Vladimir, un adolescente con el que desarrolla una gran complicidad, un deseo turbio que ordena y produce el caos.
En este sentido, Luna Miguel destaca que la obra "me emocionó especialmente porque demuestra varias cosas. Que hablar de sexo y de deseo no es hablar de amor necesariamente. Que hablar del fin del mundo no es hablar de heroicidad necesariamente. Y que se puede escribir una novela dura y peligrosa siendo también tierna, porque esta novela demuestra que los instintos básicos no son solo una cuestión de la última supervivencia, sino que nos golpean las entrañas en cada momento de nuestra vida".
Para esta primera edición del Premio Lumen de Novela, se han recibido 407 manuscritos procedentes de diferentes países: Argentina (33), Colombia (23), Chile (10), España (272), Estados Unidos (18), México (37), Perú (7) y Uruguay (7).